Hoy, 21 de setiembre, Paraguay conmemora el Día de la Juventud, una fecha dedicada a celebrar el potencial y la energía de los jóvenes, pero que también invita a reflexionar sobre los desafíos que enfrenta este sector de la población paraguaya. Uno de los problemas más preocupantes es el de los ninis (jóvenes que ni estudian ni trabajan), cuya cifra en el país ronda las 180.000 personas, según datos recientes del Instituto Nacional de Estadística (INE).
El especialista en empleos Enrique López Arce advirtió que esta situación no puede ser invisibilizada ni considerada un tabú. “Cuando se identifica el problema, hay que respetarlo en el sentido de reconocerlo y plantear acciones concretas. En el primer mundo este tema se aborda con programas claros y Paraguay debe ir en esa dirección”, explicó.
Para López Arce, el gran reto es ofrecer a los jóvenes herramientas que les permitan ingresar y permanecer en el mercado laboral formal. En ese sentido, recomienda la formación técnica como una de las vías más efectivas, ya que responde a las demandas inmediatas de sectores productivos que necesitan mano de obra calificada.
Asimismo, el especialista destacó la relevancia de impulsar pasantías y programas de primer empleo, que funcionen como un puente entre la formación académica y el trabajo. “El joven necesita tener experiencia laboral, porque muchas veces se capacita, pero no encuentra dónde aplicar lo aprendido. Sin esa primera oportunidad, queda atrapado en un círculo de frustración”, señaló.
Alianzas. Otro de los puntos subrayados por López Arce es la importancia de generar alianzas entre el sector público, privado y académico, articulaciones que pueden dar lugar a programas sostenibles que integren a los jóvenes en actividades productivas, fomentando tanto la innovación como el emprendedurismo.
“Paraguay tiene una juventud con mucho potencial creativo. Lo que falta es canalizar esa energía hacia proyectos que se conviertan en motores de desarrollo económico y social. Si no lo hacemos, corremos el riesgo de desperdiciar un capital humano invaluable”, remarcó.
El experto insistió también en la necesidad de modernizar la educación, incorporando innovación y tecnología, de modo que los jóvenes estén preparados para los nuevos escenarios del mercado laboral. “No basta con dar capacitaciones tradicionales, hay que adaptarse a la revolución digital, a los cambios en las formas de producción y consumo”, puntualizó.
Pero más allá de las herramientas, López Arce considera clave el aspecto motivacional: “El joven necesita creer en que su esfuerzo tendrá resultados. Si no ve futuro en su propio país, la migración se convierte en la única alternativa. Por eso urge generar oportunidades aquí”, sentenció.