Se trata de la imponente obra del Paseo de los Migrantes, que avanza sin pausa y apunta a ser otro ícono turístico de la Perla del Sur, que de esta manera sigue sumando atractivos desde el voluntariado.
El nuevo paseo se extiende en la escalinata del barrio San Pedro, que está ubicada en las inmediaciones del Paseo de los Enamorados, que es otra gran obra lograda con la iniciativa civil.
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Esta verdadera obra de arte es ejecutada bajo la supervisión del gran artista plástico encarnaceno Rubén Sykora, quien nuevamente es protagonista del sueño de los vecinos de hermosear el barrio y darle vida al pasillo.
El artista tiene a su cargo la enseñanza de las técnicas que son plasmadas en la reconversión del pasillo, reutilizando todo tipo de materiales que en su mayoría fueron donados.
En el peculiar pasillo fueron plasmados coloridos y diversos dibujos, mensajes, poemas, escudos y otros, en gran mayoría con escombros de cerámica.
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Así como en la obra del paseo de los enamorados y la propia escalinata; los jóvenes, niños, adultos, autoridades y profesionales, entre otros, tuvieron gran protagonismo en la obra de arte del Paseo de los Migrantes, que nació como un proyecto de hermoseamiento de una de las escalinatas del barrio San Pedro y está en su etapa final.
Los trabajos fueron hechos con la técnica del mosaiquismo y consiste en hacer representaciones a través de banderas a las diferentes colectividades que forman parte de la ciudad de Encarnación y el Departamento de Itapúa.
El proyecto se lleva a cabo con el apoyo del Centro Cultural Paraguayo Alemán de Encarnación (CCPAE), vecinos de la zona y simpatizantes del arte, entre ellos el reconocido artista plástico Rubén Sykora, quien dirige los trabajos.
Este proyecto, del que participan varios voluntarios de diferentes estratos sociales de la comunidad, está ubicado entre las calles Río Yguazú y Río Monday del barrio San Pedro Etapa I, de Encarnación.
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La obra se suma a otras ya ejecutadas en el barrio, como ser la escalinata San Pedro y el Paseo de los Enamorados, con la cual la capital de Itapúa suma más atractivos turísticos mediante la activa participación del sector privado, convirtiendo al sector en un icono turístico.
Con esta emblemática obra lograda por los vecinos, se rinde homenaje a las diversas colectividades que migraron hacia el territorio itapuense, convertido en un verdadero crisol de razas.
De esta manera, los vecinos concretaron el hermoseamiento y puesta en valor de la escalinata, del cual participaron cientos de personas del barrio, estudiantes de universidades y colegios, arquitectos, deportistas, músicos y artistas entre otros.
