Mirna relata que el producto estrella que ofrecen y por el que todos sus clientes reclaman –especialmente para el tereré rupa– es la clásica y sabrosa empanada frita, preferentemente acompañada de los ricos panes que preparan. La emprendedora comenta que el negocio que manejan está orientado, principalmente, a aquellos clientes que buscan productos de “calidad y buen sabor”, a precios accesibles.
Artepan nació inicialmente como una panadería (de ahí el nombre), en el patio de la casa familiar, a cargo de un hermano de Delcy y Mirna y uno de sus cuñados. En el año 2001 pudieron alquilar el local en el que funciona el negocio en la actualidad.
“Fue así que, además de productos de panadería, también incluyeron minutas y rápidamente las empanadas pasaron a ser los productos más solicitados. En el año 2010 tomamos la posta mi hermana Delcy y yo, formando una SRL. La firma fue creciendo y se hizo conocida gracias a la calidad y al sabor de sus productos, que siempre fueron nuestra mejor publicidad”, comenta con orgullo Mirna.
Ayuda familiar. Sigue relatando que para conseguir recursos para montar su pequeño negocio panadero recurrieron a la ayuda económica de un familiar, con lo que lograron montar el emprendimiento. “Luego, nosotras obtuvimos créditos personales de cooperativas que nos ayudaron a seguir alcanzando metas. En el año 2013, el desaparecido ya Visión Banco nos otorgó un crédito para comprar el local, que fue un impulso muy importante en nuestro crecimiento”, resalta la emprendedora.
Agrega que durante la pandemia lograron acceder a un préstamo del BNF para afrontar el desafío que significó el cese de las actividades comerciales. A modo de anécdota, cuenta que cuando su hermana Delcy –que es la socia mayoritaria de esta sociedad– y ella se hicieron cargo del emprendimiento, venían de dedicarse a actividades completamente ajenas al mundo gastronómico, por eso les costó bastante adentrarse en el manejo de un negocio de comidas. “Pero gracias a la ayuda de mucha gente, a lo largo de los años, logramos alcanzar varias metas como ampliar el local, aumentar y mejorar nuestros productos e informatizar toda la parte administrativa, entre otras cosas”, señala Mirna.
Capacitación. Además, como directivas de la empresa, ellas también se abrieron a aprender cosas nuevas para poder manejar el negocio, asistiendo a cursos de administración gastronómica, cálculo de costos y manejo de recursos humanos, que fueron de mucha ayuda para alcanzar el éxito que tienen hoy.
“Últimamente, también asistimos a capacitaciones para el sector de mipymes en el Centro de Desarrollo Empresarial (SBDC), impulsado por el MIC, a través del Viceministerio de Mipymes”, añade.
Mirna asegura que emprender desde cero, como hicieron ella y su hermana, siempre fue y será un gran desafío para cualquier emprendedor, sobre todo desde el punto de vista económico. “Solo se puede acceder a préstamos bancarios una vez formalizados y al principio es difícil asignar recursos a este rubro. También creo que la mayoría de los emprendedores empiezan un negocio sin los conocimientos básicos de finanzas y administración, lo cual hace que no sobrevivan en el tiempo”, reflexiona.
Pero añade que, afortunadamente, siente que en la actualidad es más factible acceder a cursos y capacitaciones a través de medios digitales, que es muy importante para formarse y encarar un negocio con éxito.
Cuenta que Artepan emplea a 18 personas, que aportan su trabajo y dedicación para que todos los días pongan a disposición de toda su clientela una amplia variedad de productos. Entre sus metas y objetivos, Mirna destaca que ella y su hermana Delcy apuntan a seguir acrecentando su negocio, mediante la informatización total de la producción, además de abrir otros puntos de venta en Itauguá o en ciudades vecinas y en un tiempo no muy lejano franquiciar.
