Son varios los vicios que se vienen arrastrando en el Congreso, desde distintos periodos, y que necesariamente tienen que corregirse.
En julio del año pasado, tras las elecciones generales, los colorados fueron beneficiados con una mayoría de bancas, que le permitió al cartismo quedarse con el bastión de la Cámara Alta.
Además, consiguieron aliados de otros sectores políticos, principalmente liberales, y otros que se presentaron como opositores, logrando copar las comisiones asesoras y organismos extrapoderes como el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM) y Consejo de la Magistratura (CM).
Previo a las elecciones tanto internas como generales, se había dado una fuerte pulseada y el infaltable tinte político partidario que puso en riesgo el convenio con la Unión Europea (UE).
Se había presentado una derogación promovida por los propios referentes de Honor Colorado, quienes una vez en el poder, trataron de poner paños fríos y acomodar de vuelta a su medida.
Se dieron varios hechos que ante la presión ciudadana y la polémica tuvieron que retroceder, como el caso de la expropiación de las tierras de Remansito, del Ministerio de Defensa. Aunque se vetó, sigue la encrucijada.
La Contraloría General de la República (CGR) presentó al Congreso un informe lapidario sobre la gestión de distintas instituciones durante el último tramo del gobierno de Mario Abdo Benítez y el manejo del dinero público.
Una comisión bicameral tomó la documentación para constatar los resultados y hasta se habló de la posibilidad de una denuncia penal que puso en el ojo de la tormenta al ex presidente.
Otra cuestión que volvió a reflotar el fantasma de la pérdida de investidura fue el dudoso origen del título de abogado del senador colorado cartista Hernán Rivas.
Se dieron a conocer una serie de irregularidades, hasta que finalmente Kattya González, del Encuentro Nacional, presentó un proyecto de pedido de expulsión, con el único apoyo de su colega liberal Celeste Amarilla.
Solo dos votos fueron a favor de iniciar el procedimiento en la Cámara Alta, y una amplia mayoría resolvió el salvataje de Rivas.
En este contexto, en la última sesión del Senado, la mayoría aprovechó para poner el cerrojo a la aplicación de este artículo constitucional, con la modificación del reglamento interno.
El escándalo del nepotismo y del tráfico de influencia también salpicó en estas últimas semanas a los parlamentarios, que ubicaron a sus hijos y parientes en el Congreso, algunos con jugosos salarios, sin que tengan méritos ni tampoco formación.
Como broche de oro, está en marcha la ampliación del Congreso, ante la superpoblación de funcionarios.
Los vicios que se deben dejar de lado
Copamiento. El cartismo se quedó desde julio pasado con el bastión del Senado, copando comisiones asesoras y organismos extrapoderes, como Jurado y Consejo.
Tinte político en educación. Desde un sector del Congreso, se puso en riesgo el convenio con la Unión Europea, que incluye la alimentación escolar.
Lapidario informe. Una vez más, la Contraloría con su informe lapidario puso en evidencia las irregularidades en el manejo presupuestario de los distintos entes.
Títulos falsos. Hubo acusaciones en el Congreso sobre títulos falsos, entre ellos el de Hernán Rivas, quien fue salvado de ser expulsado.
Tráfico de influencia. En los últimos días del año pasado salieron a luz varios casos de hijos y parientes de parlamentarios que fueron ubicados en el Congreso, sin que tengan ningún mérito ni formación académica.