El won, que cayó a su nivel más bajo desde 2009 el viernes, lleva desplomándose desde que el ex presidente Yoon Suk Yeol conmocionó al país al intentar instaurar la ley marcial a principios de diciembre.
Según cifras publicadas el mismo día por el Banco de Corea, el Banco Central el país, el nivel de confianza de las empresas y consumidores se hundió en diciembre, llegando a los niveles más bajos desde la pandemia de covid-19.
En la madrugada del 4 de diciembre, Yoon Suk Yeol declaró la ley marcial, algo que no había ocurrido desde 1980, y envió al Ejército al Parlamento, antes de dar marcha atrás bajo la presión de los diputados y miles de manifestantes prodemocracia.
El Parlamento destituyó a Yoon el 14 de diciembre, y también, el viernes, a su sustituto interino, el primer ministro Han Duck-soo, acusado de participar en la insurrección. Así las cosas, el país quedó en manos del ministro de Finanzas, Choi Sang-mok.
En su primera declaración, se comprometió a rebajar la tensión política. “El Gobierno dedicará todos sus esfuerzos a superar este período turbulento”, dijo.
MÁS PROBLEMAS. La Corte Constitucional debe pronunciarse sobre la validez de la destitución del presidente en un plazo de seis meses. El problema es que al Tribunal le faltan ahora mismo tres jueces que se jubilaron y no fueron reemplazados.
La oposición quería por ello que Han aprobara tres nombramientos más en el Constitucional, cosa que el mandatario se negó a hacer, dejando la situación empantanada.
Choi Sang-mok, funcionario de 61 años, acumula, a partir del viernes, tres cargos: presidente interino, primer ministro interino y ministro de Finanzas. Hereda también un presupuesto para 2025 con un recorte de 4.100 millones de wones (aproximadamente 2,7 millones de dólares).
“La crisis política se desarrolla en un contexto económico difícil”, explicó Gareth Leather, de Capital Economics, una empresa de investigación económica independiente.
“El PIB creció solo un 0,1% en el tercer trimestre comparado con el trimestre anterior, y no está previsto que crezca más de un 2% este año”, lastrado por la desaceleración de la demanda mundial de semiconductores.
“A largo plazo, la polarización política y la incertidumbre podrían frenar las inversiones en Corea”, añadió Leather, recordando el caso de Tailandia.