“El costo resulta proporcionalmente mayor en países con mayor carga fiscal”, explican desde la organización.
Esta consecuencia socioeconómica para las familias implica en estos países y en Paraguay, en particular, un 0,35% del PIB cada año, unos USD 137 millones.
“Entre los efectos que se registran sobre las individualidades, se identifica que la maternidad temprana perjudica los ingresos de las mujeres que fueron madres en la adolescencia”, indican desde UNFPA.
Esto ocurre ya que suelen alcanzar menores niveles educativos, menores niveles de inserción laboral y menores salarios que aquellas mujeres que postergan su maternidad a la vida adulta.
En cuanto a lo que respecta al Estado, se registra que pierde ingresos, debido a que además de cubrir los gastos asistenciales por cada niña y adolescente que atraviesa un embarazo temprano, deja de percibir tributos al comprometerse la participación de las mujeres en el mercado laboral.
PREVENCIÓN. Los expertos regionales de UNFPA coincidieron en que la mejor salida para evitar los embarazos tempranos es prevenirlos mediante políticas públicas integrales, tanto en salud como en educación con la educación integral de la sexualidad.
“Hay evidencia científica suficiente sobre cuáles son las mejores medidas efectivas y de bajo costo que deberían estar disponibles para todas las niñas y las adolescentes”, cuenta Alma Camacho-Hubner, especialista de UNFPA.
“Debe trabajarse en desarrollar las capacidades y competencias de los jóvenes para que estos avances no sean tan lentos”, expresa y destaca que lo que establece es que no solo se trabaje en el tema de salud.
Paraguay ocupa el primer puesto en el Cono Sur en embarazo de niñas y adolescentes, registrando 282 nacimientos en niñas de 10 a 14 años en lo que va de este año, y 7.593 nacimientos más en adolescentes de 15 a 19 años.
Educadores defienden Plan de Niñez
El respeto a los derechos humanos y el cumplimiento de lo establecido sobre los derechos de la niñez y la adolescencia, previstos en el Plan Nacional de Niñez, es lo que exigen desde la Red por el Derecho a la Educación, conformada por especialistas, docentes, gremios y estudiantes organizados. “Parece que en estos momentos, en muchas partes del mundo y en nuestro país, olvidamos todo este sufrimiento generado por los pensamientos totalitarios, discriminatorios, que niegan la diversidad personal y social, la interculturalidad, que no reconocen ni respetan las diferencias, ni asumen que esta heterogeneidad nos enriquece como seres humanos”.
