WASHINGTON
El gigantesco negocio de las farmacéuticas se encuentra contra la pared con la reactivación de la guerra comercial que lidera el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien anuncio aranceles del 100% a los medicamentos.
Esta medida es la política comercial más severa del magnate republicano desde la imposición de aranceles recíprocos en abril a prácticamente todos los socios comerciales de Estados Unidos en el mundo.
A partir del 1 de octubre “impondremos un arancel del 100% a cualquier producto farmacéutico de marca o patentado, a menos que una empresa ESTÉ CONSTRUYENDO su planta de fabricación farmacéutica en Estados Unidos”, escribió Trump en su red Truth Social.
Michael Wan, economista del banco japonés MUFG en Singapur, considera que aunque la definición de Trump “es ambigua”, “partimos del principio de que no incluirá los medicamentos genéricos enviados por países como India”.
ESCENARIO COMPLICADO. La federación europea de industrias farmacéuticas (Efpia) estimó que la instauración de nuevos aranceles estadounidenses a los medicamentos “crearía la peor de las situaciones”, y recordó que estos impuestos “aumentan los costos, perturban las cadenas de suministro e impiden que los pacientes obtengan tratamientos vitales”.
Posteriormente, Olof Gill, portavoz de la Comisión Europea, aseguró que el acuerdo comercial alcanzado este verano entre la UE y Estados Unidos protege a los medicamentos europeos de cualquier nuevo arancel adicional.
Este acuerdo establece que la mayoría de las exportaciones europeas, incluidos los medicamentos, no pueden ser gravadas con más del 15%.
Australia, que exportó productos farmacéuticos por un valor estimado de 1.350 millones de dólares a Estados Unidos en 2024, consideró por su parte que esta decisión no es beneficiosa para los consumidores estadounidenses.
“Compramos muchos más productos farmacéuticos a Estados Unidos de los que ellos nos compran (...) No es beneficioso para los consumidores estadounidenses imponer un precio más alto a las exportaciones australianas hacia América”, indicó el viernes el ministro australiano de Salud, Mark Butler.
MÁS TASAS. En otra publicación, Trump anunció un arancel del 25% adicional a “todos los ‘camiones pesados’ ensamblados en otras partes del mundo” para apoyar a fabricantes estadounidenses como “Peterbilt, Kenworth, Freightliner, Mack Trucks y otros”.
Las empresas extranjeras que compiten con estos fabricantes incluyen la sueca Volvo y la alemana Daimler.
Las acciones de ambas compañías cayeron con fuerza tras el cierre de las bolsas europeas. El mandatario estadounidense dijo que los gravámenes para esos vehículos se justifican “por muchas razones, pero sobre todo, por propósitos de seguridad nacional”.