“Ya hay sanciones, pero estamos considerando sanciones adicionales, sí”, dijo a la prensa Biden, que ha responsabilizado directamente al presidente ruso, Vladimir Putin, y sus “matones” por la muerte de Navalni.
Navalni murió el viernes en circunstancias desconocidas a los 47 años en una prisión del Ártico ruso, en un hecho que conmocionó a la oposición rusa en el exilio.
Biden y otros aliados occidentales ya han impuesto sanciones sin precedentes para frenar las acciones de Moscú en la guerra con Ucrania, aunque no han logrado detener el conflicto.
Sin embargo, las dudas sobre el futuro compromiso de Washington con Kiev han aumentado recientemente.
Con la financiación estadounidense ya agotada, los aliados republicanos del expresidente Donald Trump en la Cámara de Representantes han paralizado 60.000 millones de dólares en nueva ayuda militar.
Biden volvió a arremeter este lunes contra los republicanos por el fracaso en la aprobación del paquete de ayuda.
“La forma en que se alejan de la amenaza de Rusia, la forma en que se alejan de la OTAN, la forma en que se alejan de cumplir con nuestras obligaciones, es simplemente impactante”, dijo.
TRUMP ROMPE EL SILENCIO. Tras tres días de silencio, Trump, favorito en las primarias republicanas para las presidenciales de noviembre, puso fin este lunes a su silencio sobre la muerte de Navalni con una declaración en la que evitó criticar al Kremlin y, en su lugar, describió lo ocurrido como una señal del colapso de Estados Unidos.
En un mensaje en su red Truth Social, el ex mandatario dijo este lunes que “la repentina muerte” de Navalni le ha hecho “cada vez más consciente de lo que está pasando” en Estados Unidos, que calificó de “nación en decadencia”.
“Es una progresión lenta y constante, con políticos, fiscales y jueces corruptos y de izquierda radical que nos llevan por el camino de la destrucción”, resaltó.
Trump denunció “fronteras abiertas, elecciones amañadas y decisiones judiciales tremendamente injustas” en su país.
El ex presidente no había dicho o escrito una palabra sobre la muerte del opositor.
La publicación, sin embargo, no menciona al gobierno ruso ni a Putin.