El encargado de Negocios de la Embajada de Estados Unidos en Paraguay, Robert Alter, alertó sobre los peligros de permitir la entrada de empresas de China Popular en sectores estratégicos, en especial en telecomunicaciones.
En entrevista en Telefuturo con Jorge Codas Thompson, Alter señaló que la llamada “China Comunista” utiliza sus inversiones y préstamos como instrumentos de influencia política y de inteligencia, y valoró la decisión del Gobierno paraguayo de excluir a Huawei y ZTE de la licitación para el 5G.
Explicó que la ley de inteligencia nacional china obliga a todas las empresas con sede en el país asiático a colaborar con los servicios de inteligencia, lo que, a su juicio, hace imposible confiar en sus garantías de privacidad o seguridad. “Cuando esas empresas ofrecen garantías de seguridad, esas supuestas garantías carecen totalmente de validez”, advirtió.
El diplomático aseguró que Estados Unidos adoptó la misma política que Paraguay.
“Hemos incorporado requisitos de seguridad en nuestras redes de telecomunicaciones y en nuestras licitaciones públicas. Cualquier empresa que no pueda cumplir con esos requisitos, como Huawei o ZTE, directamente no puede participar”, alegó.
Añadió que otros países “como Reino Unido o Australia” tomaron decisiones similares, porque “las empresas de alta tecnología no quieren que su información pase por redes inseguras”.
Alter destacó además la cooperación en materia de ciberseguridad y recordó que “gracias a la colaboración entre Estados Unidos y Paraguay se identificaron ciberatacantes en el Gobierno paraguayo”, que definió como una herramienta para “identificar amenazas y mitigar riesgos”.
En el plano económico, habló de prácticas de competencia desleal y las implicancias políticas de los proyectos financiados por China.
“Recibimos constantemente preocupaciones de nuestras empresas por la competencia desleal de compañías con sede en China Comunista, muchas veces subvencionadas en sus productos”, mencionó.
Jorge Codas Thompson remarcó el caso del megapuerto del Callao, en Perú, como ejemplo de las consecuencias de los acuerdos firmados sin revisar sus efectos soberanos. “Perú tuvo un financiamiento muy importante de China para hacer un puerto gigantesco, cierto, que le va a servir mucho logísticamente, pero no puede tener jurisdicción adentro”, relató. Según explicó, cuando las autoridades peruanas intentaron ejercer control sobre la obra, “China les mostró el acuerdo y les dijo: Ustedes cedieron soberanía cuando firmaron”.
Para el diplomático, esto demuestra que al analizar propuestas chinas, los países deben tener presente que la propuesta no tiene calculado el precio de la pérdida de su privacidad, de su confidencialidad y de su seguridad”.
“Hay que pensar en el futuro más seguro, e invertir en ese futuro”, recomendó.
Nuestro mensaje a nuestros socios es que hay que pensar en el futuro, en un futuro más seguro, e invertir en ese futuro.
Cuando esas empresas ofrecen garantías de seguridad, carecen totalmente de validez. Robert Alter, encargado de Negocios.