“De hecho, uno de los motivos que me llevaron, porque tuve varios motivos para votar ayer, uno de los motivos era justamente generar un debate un poco más profundo”, aseguró en entrevista luego de unirse a otros 14 concejales (entre colorados y liberales) para aprobar la rendición de cuentas de la ejecución presupuestaria de la Municipalidad, que incluye el balance patrimonial de ingresos y egresos, el estado de cuentas financiero, la comparación analítica del presupuesto general y de su ejecución, y el inventario de bienes patrimoniales.
En la última sesión de la Junta Municipal, Ayala refirió, de hecho, que “lo único que los concejales deben juzgar es “si el balance dice o no la realidad, si se plasma o no la realidad de la institución”.
“Y todos los medios y todos los colegas estamos hablando sobre ese balance. Por lo tanto, doy por cierto o por verdadero el balance que transmite o que plasma lo que realmente ocurre en la institución municipal. Y hago esta aclaración ¿por qué? Porque a partir de este momento, el voto deja de ser un voto jurídico, por usar un término, para convertirse en un voto político”, expuso.
Ayala dijo a Monumental que busca discutir sobre los problemas de estructura que enfrenta Asunción. En una publicación de Twitter, Ayala argumentó que el rechazo del balance “haría bajar la calificación crediticia de la Muni (sic) y próximas administraciones tendrían que pagar esos platos rotos. Nenecho se va en un año”.
En una entrevista con el diario ÚH, el edil manifestó que el déficit del Municipio se debe, en parte, a la falta de recaudación. “El déficit de Nenecho es su falta de recaudación. Él no se dedica a recaudar. (...) El problema es el modelo de Municipio”, indicó. Estuvo de acuerdo con lo expuesto en la sesión por el concejal Humberto Blasco (PLRA), quien sugirió que la Municipalidad debería buscar una fuente de ingresos no tributarios. “Venimos hablando hace mucho de la Terminal, de la Costanera, del cerro Lambaré, tenés muchos lugares que podrías explotar sin aumentar impuestos”, mencionó Ayala.