La sesión del pleno de la Corte tuvo un duro enfrentamiento entre ministros, a raíz de la nota que había sido presentada la sesión pasada para justificar la inasistencia por parte del ministro Manuel Ramírez Candia.
La primera sesión plenaria del presidente César Diesel estaba como para alquilar balcones y no defraudó. El ministro Alberto Martínez Simón exigió disculpas privadas si es que no se animaba a hacerlo en público. A Eugenio Jiménez le desalienta porque echaba por tierra todo lo realizado.
Por su parte, el aludido Ramírez Candia no se disculpó, sino que dijo que su nota había sido clara y que era solo por la elección. Su colega Gladys Bareiro se sintió agraviada porque dicen que parecería que la Corte anterior hizo todo mal y que no era así y que no se debía generalizar.
Antonio Fretes puso paños fríos a la cuestión. Dijo que si concluyeron su catarsis, se sentaran a la mesa a trabajar.
RECLAMOS. Martínez Simón se sintió afectado por la nota porque generalizaba. Remarcó que nunca hizo vida política partidaria y ni siquiera se afilió. Remarcó que siempre resolvió las cuestiones con criterio jurídico y personal.
Alegó que no le tembló el pulso para firmar el fallo sobre las declaraciones juradas. Rechazó que Candia buscara imaginarios pactos políticos, y pidió que se disculpara en privado si no se animaba a hacerlo en público.
Jiménez dijo que profusamente se escuchó lo de hombres nuevos y viejos vicios. Dijo que le desalentó porque echaba por tierra todo el trabajo hecho. Citó los logros de la transparencia, y su línea de conducta honesta.
Ramírez Candia reconoció que estuvo con Martínez en varios fallos. Pero dijo que cuando un gremio de abogados pidió por una ministra la alabó y cuando fue por él, Martínez guardó silencio y que era discriminación. Alegó que no le consultaron sobre la elección de presidente. No se disculpó y dijo que su nota era muy clara.