La detención se produjo en la fronteriza ciudad de Foz de Yguazú, Brasil, el miércoles último y las detenidas serían paraguayas, según se desprende de publicaciones de los medios del vecino país.
Sin embargo, la Policía Civil que realizó el operativo solamente informó que se trataba de dos extranjeras de 19 y 40 años, que ocupaban un automóvil con matrícula paraguaya.
Fianza. Las dos detenidas siguen privadas de libertad porque no pudieron pagar una fianza de 50 mil reales, cada una, ante la Policía Federal, donde fueron derivadas para ser investigadas por el posible delito de evasión de divisas.
Los policías del Grupo de Diligencias Especiales abordaron el vehículo en el barrio Vila Carimã, para verificar una denuncia recibida a través del sistema de alerta policial, reveló ayer Francisco Sampaio, delegado de la Policía Civil en conferencia de prensa.
Las detenidas se abstuvieron de declarar ante las autoridades de la Fiscalía o de la Policía y afirmaron que solamente lo harían ante un juez, reveló el agente interviniente.
De argentina. No obstante, las mismas habrían señalado en forma oficiosa que el dinero lo habían traído de la Argentina y debían llevarlo a Ciudad del Este, Paraguay, pasando por la ciudad de Foz de Yguazú, Brasil.
El dinero estaba distribuido en fajos acomodados en bolsas de color negro dentro del vehículo abordado por los agentes policiales.
Al ser consultadas, las ocupantes informaron que transportaban cerca de USD 500 mil en efectivo.
“No es común la requisa de una cantidad así. Nosotros estamos aquí para trabajar”, afirmó Sampaio.
Origen dudoso. “Ese dinero podría provenir del tráfico de drogas, un secuestro o un homicidio”, afirmó el delegado policial, al ser consultado sobre el posible origen del medio millón de dólares que llevaban las paraguayas.
En el Brasil, así como en la mayoría de los otros países, el tope de dinero en efectivo que uno puede transportar sin realizar la declaración ante la Receita Federal o su similar, es de USD 10 mil.
La evasión de divisas está penada con 2 a 5 años de prisión, de acuerdo con la declaración del jefe policial, y es un tema muy sensible para las autoridades, sobre todo en zonas como la triple frontera compartida con Argentina y Brasil.
