Se trata de Olga Bogado Cubas y Rufina Salinas Acuña, quienes, según la acusación presentada por la fiscala Vivian Coronel, mantuvieron cautiva a una adolescente en régimen de servidumbre y trabajo forzado, además de maltratarla física y psicológicamente.
Según los antecedentes, Rufina Salinas supuestamente se hizo pasar por madre superiora de una falsa congregación denominada Nuestra Señora de Caacupé, para captar a una adolescente de 15 años que aspiraba a ser religiosa.
La mujer se presentó en la vivienda de la menor, en Minga Guazú, y, tras llegar a un acuerdo con la madre, la sacó de su hogar.