Por Marcia Martínez | @marcia_maidana
“Vendo café desde los 14 años en el Tribunal viejo, después me trasladé acá y con esto le sostengo a mi familia”, dice Máximo Benítez, más conocido como Don Pablo, parado junto al portón de la Plaza de la Justicia, al lado de sus bolsos de termos de café caliente y cortado. Están depositados en el piso, sobre hojas de diario.
“Me levanto a las 2.00 para preparar el café y traigo 6 termos nomás ahora, porque la venta disminuyó, antes preparaba en 13 termos”, comenta con amabilidad.
Esto es efecto de que, luego de estos cincuenta años que lleva vendiendo el vasito cargado del rico aroma a magistrados y funcionarios en el Palacio de Justicia de Asunción, hace tres meses los ministros de la Corte prohibieron la entrada a todos los vendedores, incluido él.
“Ahora mi señora está enferma y mi ganancia es poca, por no poder ingresar más al Palacio”, se queja Don Pablo, preocupado.
No es la primera vez que le prohíben el ingreso, solo que en las anteriores veces hubo reconsideración por parte del ministro Antonio Fretes, quien lo conoce desde la época en que se desempeñaba como dactilógrafo.
Aunque la ganancia permitía a don Máximo Benítez sostener el día a día de la familia, no era mucho, 150 mil guaraníes, pero eso cuando tenía unos 50 clientes. Ahora, sus ventas disminuyeron, ya que los funcionarios que ingresan a su lugar de trabajo ya no quieren salir más.
La prohibición
Don Pablo remitió una nota al presidente de la Corte, José Raúl Torres Kirmser, manifestándole que le dejó sin trabajo,al ser afectado por la resolución que prohibió el ingreso de todo tipo de mercaderías y productos a ser ofertados y comercializados dentro del Palacio de Justicia.
“Apelo a vuestra sensibilidad, ya que mis elementos de trabajo se encuentran fuera del Palacio, limitándome a ingresar con termos para la venta a los magistrados y funcionarios que son mis clientes, y evitar con ello que los mismos abandonen sus puestos de trabajo”, menciona parte del escrito.
Don Pablo solicita a la Corte que le conceda una habilitación, ya que necesita seguir trabajando, como lo ha hecho durante estos últimos cincuenta años, para pagar los medicamentos de su señora y mantener a su familia.
Varios magistrados, funcionarios y camaristas mencionaron que siempre compraban el café de Don Pablo por tener un gusto exquisito.
En la Corte no hay cantina
El Palacio de Justicia no cuenta con cantina desde hace un año, por lo que la venta de café de Don Pablo era beneficiosa para los funcionarios y magistrados.
La cafetería y comedor denominado Cordón Blue, fue la última que estuvo en Tribunales. Sin embargo, dejó de proveer alimentos a los funcionarios y abogados en octubre de 2013, aparentemente, cuando se solicitó a la Corte proveer facturas legales. La medida causó la sorpresa de los que acuden a diario al Palacio.
Según una denuncia ante la Fiscalía, eran obligados a emitir cheques a nombre del ex administrador de la Corte, Gustavo Chamorro, que, supuestamente, eran para la hija de un ministro.
Funcionarios judiciales, días pasados, exigieron la habilitación de una cantina en el Palacio de Justicia, ya que a partir del 2 de febrero, a vuelta de feria, van a trabajar hasta las 15.00.