En la sesión extraordinaria de ayer de la Cámara de Diputados, por medio de una moción de privilegio, la líder de la bancada Añetete, Jazmín Narváez, solicitó que se ponga a consideración del pleno la renuncia de su correligionario José María Ibáñez.
Así lo hizo el presidente Miguel Cuevas y 56 de los 63 legisladores presentes aceptaron la dimisión del legislador que confesó haber cometido delito. Mientras que siete de los diputados, que se encontraban por los pasillos y por el comedor, no votaron, según el registro de votaciones.
El pasado lunes, en horas de la tarde, acorralado por la presión ciudadana y ante el anuncio de manifestaciones masivas, Ibáñez entregó su renuncia al presidente de Diputados, luego de reunirse con varios de sus correligionarios y líderes de bancadas.
De esta manera, Ibáñez es oficialmente un ex diputado y se convocó para jurar en su remplazo al suplente número uno de Central, Juan Carlos Nano Galaverna, hijo del senador colorado Calé Galaverna.
El juramento se desarrollará esta tarde durante la sesión ordinaria de la Cámara Baja.
Ibáñez fue obligado a renunciar luego de que la semana pasada consiguió que 52 de sus colegas le salven de perder la investidura, tras haber confesado que robó al Estado paraguayo para zafar de un juicio oral, por el caso más conocido como los caseros de oro.
El escándalo del caso saltó en el año 2013, cuando publicaciones periodísticas evidenciaron que el diputado colorado logró la contratación de tres de sus caseros en la Cámara de Diputados.
Los mismos cobraban como funcionarios, pero, sin embargo, se desempeñaban como caseros de la quinta del legislador en Areguá.
Ibáñez gestionó la contratación de Fabio Gómez, Viviana Falcón y Éver Falcón, quienes firmaron el 12 de agosto de 2013 contratos con un sueldo de G. 2.500.000 cada uno como auxiliares administrativos.
Sin embargo, según los registros del recinto legislativo, hasta noviembre de dicho año los mismos no se presentaron a trabajar, aunque firmaron planillas de entrada y salida que fueron certificadas tanto por Ibáñez como su jefa de gabinete, María Liz Gutiérrez.