Fernández Valdovinos, quien mantuvo ayer conversación con distintos medios, aseguró que la deuda con las empresas del sector es de unos USD 60 millones y no de USD 150 millones. Asimismo hizo referencia hacia la “obsesión por cobrar antes de que cierre el mes de octubre”.
“Nos vemos en la obligación de recordar públicamente una situación que el ministro conoce en privado: existen empresas constructoras nacionales, muchas de ellas medianas, que atraviesan una crisis sin precedentes debido a los atrasos en los pagos del Estado”, expresan.
Capaco reconoce que la acumulación de deudas se inició durante el gobierno anterior. Sin embargo refirió que la situación actual es “consecuencia de la demora sistemática de la actual conducción del MEF en honrar los compromisos”.
El gremio, liderado por José Luis Heisecke, de la construcción cuestiona que el Gobierno sostiene el discurso de que Paraguay tiene grado de inversión, pero “descuida las empresas paraguayas que han sostenido con esfuerzo las obras públicas y el empleo en todo el país. Lo cual, además, violenta la seguridad jurídica”.
Asimismo, afirman que lo que el ministro, en su condición de funcionario estatal, califica como “obsesión por cobrar” “es, en realidad, la desesperación de empresas que no logran cumplir con sus propios trabajadores ni con los bancos, tras meses de espera”.
El gremio asegura que la deuda por certificados de obras ejecutadas es de unos USD 211 millones, más USD 110 millones de dólares de intereses pendientes, “que han ahogado a las empresas, considerando además que los compromisos asumidos por ellas”.
En conversación con Radio Monumental 1080AM, Carlos Fernández Valdovinos, aseguró ayer que la deuda que tiene el Estado con las constructoras es de alrededor de USD60 millones. “No puedo considerar deuda con una simple presentación de factura. Estamos trabajando para ir pagando de forma escalonada”, dijo.