Los detenidos son Anderson Monges Medina, Nelson Francisco Ñamandú y Rachel Lovera Cáceres, quien lleva un embarazo de ocho meses; además, todos cuentan con antecedentes por narcotráfico.
Antes de la salida del astro rey y aprovechando el poco movimiento del domingo, agentes de Antinarcóticos de la Policía Nacional, con apoyo de patrulleras de las comisarías del Departamento Central, del Grupo Lince y dos canes antidrogas, allanaron cuatro viviendas.
Para el efecto, también se alquiló un colectivo completamente polarizado, a modo de que el contingente de agentes llegue sin ser visto, ya que en el barrio la Policía no es bienvenida. Los agentes buscaban a los tres cabecillas, individualizados en el marco de una investigación que empezó hace siete meses.
“Estos tres eran los cabecillas principales, todos los parientes, madres, cuñados, novios, esposos están todos detenidos, este era el último eslabón que faltaba”, explicó el jefe de Antinarcóticos, César Diarte.
Los detenidos fueron derivados hasta el Departamento Antinarcóticos, donde declararon ante el fiscal interviniente, Lorenzo Lezcano.
En noviembre del 2023, habían sido detenidas cinco personas, todas del mismo clan familiar y vinculadas al grupo criminal liderado por Armando Javier Rotela, el zar del crac, quien está recluido en el penal de Emboscada.
Aunque en el operativo estaban alrededor de 100 policías, los vecinos atacaron a pedradas, incluso hubo disparos de ambos lados, aunque no se registraron heridos. Las mujeres se acercaron más y actuaron con estirones y patadas contra los uniformados, quienes evitaron reaccionar.
La turba destruyó once móviles, siete patrulleras y el resto vehículos particulares, que ingresaron para no llamar la atención, pero dañaron el ómnibus. “Una pérdida millonaria es”, reconoció el comisario César Diarte. El bus se alquiló por G. 1.500.000 para el operativo, pero ahora la institución debe hacerse cargo de los vidrios y faros rotos, entre otros perjuicios que costarán cerca de G. 5 millones más.
Las patrulleras también quedaron inutilizadas, con los parabrisas y faros rotos y las puertas estropeadas. Cada comisaría que puso a disposición estos móviles deberá hacerse cargo de los gastos.