Todo empezó aproximadamente a las 17.00 cuando los malvivientes llamaron a la línea baja de la vivienda y atendió el menor, explicó el subcomisario Jorge Olmedo, del Departamento Antisecuestro de Personas (DASP).
Los delincuentes le dijeron que tenía secuestrada a su madre y que debía de sacar el dinero que tenían en el ropero, y después debía salir de la casa si no quería que muera su madre.
El niño hurgó en la casa y salió sin encontrar nada, y constantemente estaba en línea con los delincuentes ya en otro teléfono.
Mientras el niño salió de la casa, otro malviviente llamó al padre del niño, un médico, y le dijo que su hijo estaba en cautiverio.
Cuando el galeno llegó a su vivienda no encontró a su hijo y también observó que la casa estaba desordenada. La escena estaba montada para que el padre crea que ingresaron a su vivienda en el Segundo Barrio de Luque.
El delincuente que llamó al padre le exigió la suma de cinco mil dólares para liberar a su hijo, a quien supuestamente tenían en cautiverio.
El padre informó a las autoridades que tras el pedido elevado el monto bajó a cinco millones de guaraníes. Él realizó un giro de dinero a dos números de teléfonos, dos millones a uno y tres millones a otro, explicó el comisario Víctor Vera.
Finalmente, a las 22.00, un vecino lo encontró en las inmediaciones de la vieja estación de Luque y avisó a los policías y familiares. Los padres y el niño se encontraron en la Comisaría Tercera Central.
A la cárcel. Los investigadores lograron determinar que al menos uno de los números de teléfonos celulares que recibió la transferencia de dinero está dentro de la Penitenciaria Nacional de Emboscada, informó el comisario Tomás Cristaldo.