Dende presentó su informe “Perspectivas 2026”, donde analiza las proyecciones económicas para el próximo año y el contexto político y geopolítico que podría influir en el desempeño del país. El informe plantea que Paraguay transitará un 2026 de crecimiento moderado, retorno al orden fiscal y riesgos derivados de un entorno internacional incierto.
Tras un 2025 sobrecalentado, impulsado por el fuerte crédito, el gasto de visitantes argentinos y el dinamismo del sector cárnico –y acompañado de un déficit de cuenta corriente mayor al 4% del PIB–, el 2026 se presenta como un año de normalización, sostiene la organización.
Los supuestos que proyectan es que los precios internacionales de commodities se mantengan estables, mientras que prevé que la Reserva Federal de EEUU continúe con la reducción gradual de la tasa de referencia. En el plano local, estima que el Gobierno paraguayo retome el orden fiscal, con un déficit del 1,5% del PIB.
Entre las proyecciones económicas para el año entrante estiman que el crecimiento del PIB sea 4,0%, guiado principalmente por agroindustria y energía. A su vez, se prevé una inflación del 3,5%, en línea con las perspectivas del Banco Central del Paraguay, mientras que el tipo de cambio se ubicaría entre G. 7.300 y G. 7.500 por dólar al cierre del 2026 (vs. G. 7.100 estimado para 2025).
Dende destaca que estas cifras reflejan un escenario de estabilidad, aunque dependiente del contexto externo y del manejo interno de expectativas.
En el ámbito político, señala que el país ingresa al 2026 con una fuerte maquinaria partidaria, pero también con un riesgo creciente de insatisfacción ciudadana. El informe califica como “Altísima Fortaleza Partidaria” la posición del cartismo, que apunta a llegar a 3,5 millones de afiliados para 2026.
Advierte que, a pesar de esa fortaleza, los niveles de insatisfacción ciudadana rondan el 54% en 2024/2025, lo que podría incidir en internas futuras y en la gobernabilidad.
Escenario internacional: un mundo reconfigurándose
El informe subraya que la economía paraguaya en 2026 estará condicionada por un entorno global marcado por la incertidumbre, en medio de una “era Trump” y proteccionismo. Asimismo, en América Latina se observa una división.
Dende menciona la alineación fuerte entre Milei y Trump, mientras que países como Brasil podrían mantener las tensiones. En cuanto a la economía mundial se estabilizaría en torno al 2,6% para 2025 y 2026, en un escenario donde la FED ajusta tasas y los mercados se mantienen cautelosos.