De esta manera, el Paraguay cae en la lista de democracias del citado medio internacional.
En su más reciente índice, publicado en febrero, nuestro país retrocedió en la clasificación global y quedó en la categoría de “régimen híbrido”, un sistema en el que la democracia es frágil y las instituciones están debilitadas.
Anteriormente se encontraba en la categoría “democracia defectuosa”.
De acuerdo con el posteo de la organización, este retroceso se produjo debido a la promulgación de la ley conocida como garrote.
El pasado 15 de noviembre, el presidente de la República, Santiago Peña, promulgó finalmente la Ley de Transparencia de las Organizaciones Sin Fines de Lucro (OSFL), más conocida como ley garrote o de control a las oenegés, pese a los cuestionamientos de la sociedad civil y advertencias internacionales.
La ley es cuestionada por su excesivo control a las organizaciones, especialmente las que trabajan con temas relacionados a la corrupción.
Régimen híbrido. Se trata de un sistema autoritario que se maquilla con algunas formalidades de la democracia.
En la práctica se restringen las libertades públicas, como la libertad de expresión, el derecho a la protesta o la organización de la sociedad civil. “No presenta un verdadero Estado de derecho; generalmente no tiene independiencia judicial y la corrupción está descontrolada”, se indica en el posteo.