Moore, de 61 años, fue uno de los iconos del cine de los años 1990, con éxitos como Ghost o Striptease, antes de sufrir un cierto bajón en los años 2000.
Para The Substance se pone al servicio de la directora francesa Coralie Fargeat, que destacó en 2018 con su primer largometraje, Revenge.
“Es el inicio de un tercer acto en la carrera de Demi, es alentador”, explicó su pareja en la película, el estadounidense Dennis Quaid, en rueda de prensa este lunes.
La “sustancia” a la que alude el título permite a la persona que se la inyecta producir una versión más joven y hermosa de sí misma.
Para Elisabeth Sparkle, una estrella del fitness televisivo despedida a los 50 años (interpretada por Demi Moore, impresionante a medida que envejece artificialmente), la tentación es grande.
Así “nace” su avatar Sue (la estadounidense Margaret Qualley, igualmente convincente tanto angelical como demoníaca), mientras que enfrente tiene a un productor grosero, Dennis Quaid.
La única condición para no ponerse en peligro mutuo es que ambas deben compartir su tiempo de manera equitativa en el mundo exterior. Pero Sue siempre quiere más...
Tras la realización de su primer filme de horror sobre una violación (Revenge), Fargeat pone esta vez su mirada en el cuerpo femenino, “problemático desde joven, cuando no es perfecto o es demasiado grande, y luego cuando envejece”.