El paso del GuaraniSat-1 al GuaraniSat-2 está apuntando a otro hito en la historia de la ciencia y la exploración espacial en Paraguay. El primer nanosatélite paraguayo, lanzado en 2021, se convirtió en la puerta de entrada del país a la era espacial.
Hoy, con la confirmación del lanzamiento del GuaraniSat-2 en octubre de 2026 desde la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg, en California, el país da un salto cualitativo al contar con un dispositivo totalmente diseñado, ensamblado y que será operado por científicos locales.
“El GuaraniSat-1 fue la primera experiencia real en el desarrollo, construcción, ensamblaje y operación de un satélite. El proyecto enseñó a trabajar bajo estándares internacionales de ingeniería espacial, a comprender todas las fases de un proyecto satelital y a adoptar la disciplina que exige este tipo de desarrollos”, señaló el ingeniero Esteban Fretes, director de Proyectos de Investigación de la Agencia Espacial del Paraguay (AEP).
Gracias a las experiencias realizadas en Japón, donde participaron jóvenes paraguayos, “se formó un laboratorio de aprendizaje que permite contar con un equipo con capacidades técnicas sólidas” que hoy son pilares fundamentales para este proyecto.
El ingeniero recordó que los inicios no fueron fáciles. Uno de los mayores desafíos fue precisamente la falta de experiencia previa en el país. No había manuales ni equipos listos, todo se inició desde cero, tanto a nivel técnico como institucional.
‘‘Culturalmente, sigue siendo un reto instalar la idea de que Paraguay puede tener satélites y de la importancia de estos proyectos. Esa combinación de obstáculos obligó al equipo a desarrollar resiliencia, organización y capacidad de colaboración’’.
Made in Paraguay. Esta segunda misión satelital será más ambiciosa que la primera porque GuaraniSat-2 representa un ‘‘salto cualitativo para la ciencia y la tecnología nacional’’.
Se trata de un satélite concebido, diseñado e integrado en Paraguay, lo que significa que el conocimiento ‘‘ya no solo se transfiere desde el exterior, sino que se genera localmente”, afirmó Fretes.
Además del objetivo de la misión, el proyecto también busca inspirar a las nuevas generaciones. Fretes destacó que para la comunidad científica el satélite abre puertas a la investigación aplicada, y para los jóvenes ‘‘es una referencia concreta de que es posible desarrollar ciencia espacial en Paraguay”.
Fretes recordó que él se incorporó al proyecto en la etapa final del GuaraniSat-1, cuando participó del envío y la recepción de datos, experiencia que fue decisiva para escalar hacia este nuevo desafío.
“Hoy, el reto significa demostrar que el talento paraguayo tiene la capacidad de diseñar y construir tecnología espacial competitiva a nivel internacional. Más allá del logro técnico, implica un compromiso que este conocimiento se traduzca en beneficios concretos para el país y en una base sólida para futuros proyectos”.
Características. El GuaraniSat-2 será un nanosatélite de tres unidades (10x10x30 cm) y tendrá como misión principal estudiar la anomalía magnética del Atlántico Sur, un fenómeno que influye en las elevadas temperaturas que golpean la región.
El presidente de la AEP, general Osvaldo Almirón Riveros, resaltó que este estudio permitirá medir partículas de rayos cósmicos llamadas muones, lo que dará nuevas pistas para comprender este fenómeno climático.
Aliados. La misión contará con la colaboración de instituciones internacionales como la NASA, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Universidad de la República de Uruguay y la empresa italiana Astradyne.
Este último aliado proveyó paneles solares hechos de tela, que serán probados por primera vez en el espacio.
También se incorporará un procesador Snapdragon –el mismo que fue usado en el minihelicóptero de Marte–, que, junto a una cámara, permitirá tomar miles de imágenes y, mediante inteligencia artificial, enviar a la Tierra solo las más útiles.
Previamente, el modelo de ingeniería del GuaraniSat-2 fue sometido a rigurosas pruebas ambientales en Japón, donde soportó vibraciones, vacío espacial y bruscos cambios térmicos.
En marzo de 2026, el modelo de vuelo, es decir, el satélite definitivo que será lanzado, pasará por una nueva ronda de pruebas en el Centro Tecnológico de Kyushu, también en Japón.
Segundo satélite. El camino hacia el segundo satélite paraguayo se presenta más sólido y ambicioso. La Agencia Espacial del Paraguay lo resume como el resultado de un proceso de aprendizaje que comenzó con apoyo internacional, pero que ahora busca consolidarse en suelo paraguayo siendo ya un símbolo del esfuerzo nacional por abrirse un espacio en el campo de la investigación espacial.