Esta cantidad de fardos de ropas de segunda mano movería un negocio ilegal de entre 1 y 3 millones de dólares, según indicó la fiscala Myriam Rodríguez, durante el procedimiento llevado a cabo por la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios, junto con personal de la Coordinación Operativa de Investigación Aduanera (COIA), la Policía Nacional y el Ministerio Público.
Los intervinientes consignaron que el depósito más grande, ubicado a tan solo una cuadra de la Municipalidad de Villa Elisa, se denomina Encanto Americano, mientras que el segundo local allanado, no tenía nombre. El procedimiento se realizó tras un trabajo de inteligencia impulsado por la COIA durante alrededor de dos meses, en que buscaron localizar estos depósitos a través de contactos con los vendedores de fardos, a través de las redes sociales.
Luego de varios intentos, lograron dar con la dirección de estos locales allanados ayer.
Durante el procedimiento, los intervinientes comprobaron que el depósito era atendido por empleados del lugar, aunque no pudieron dar con el o los propietarios de la mencionada empresa Encanto Americano.
La fiscala Rodríguez aclaró que la importación de prendas de vestir está prohibida por el Decreto 7084/2000, además que las prendas llegan al país, generalmente provenientes de Estados Unidos y Europa, de manera irregular y sin pagar los impuestos correspondientes al Fisco.
El mencionado decreto califica estos productos, tanto ropas usadas como calzados y accesorios de segunda mano, como “productos nocivos y desechos peligrosos ajenos al territorio nacional, para proteger la salud de las personas y preservar el medioambiente”.
Julio Martínez, jefe de COIA, indicó que realizaron un trabajo de inteligencia que llevó alrededor de dos meses. Relató que encontraron varias cuentas falsas en las redes sociales hasta que pudieron llegar hasta la cuenta oficial de Encanto Americano e hicieron compras simuladas para dar con los depósitos.
Añadió que hasta el momento no tienen identificados a los propietarios de los depósitos, aunque sí serán convocados los empleados de estos locales para la declaración indagatoria.
Los más de 2.000 fardos fueron trasladados al depósito de Aduanas, de Mariano Roque Alonso.
1 a 3 millones de dólares mueven el negocio ilegal de ropas usadas, que son vendidas a intermediarios hasta llegar al consumidor final.