El estudio fue llevado a cabo por el experto Ravi Das y un grupo de colegas del Departamento de Investigación del University College of London, que analizaron los casos de 90 participantes.
Los científicos se propusieron determinar si la Ketamina –droga disociativa con potencial alucinógeno, empleada frecuentemente en medicina– podría debilitar recuerdos asociados a comportamientos que son producto de una ingesta excesiva de alcohol y rebajar los niveles de su consumo.
La reconstitución es un proceso de mantenimiento de la memoria, según el estudio, en el que los recuerdos de larga duración se desestabilizan de manera temporal a fin de incorporar nueva información.
Una vez desestabilizados, estos recuerdos dependen del llamado Receptor N-Methyl D-Aspartate (Nmdar) para poder reformarse.
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Se cree que la intervención farmacológica durante ese proceso de reconsolidación –empleando un antagonista del Nmdar, como la Ketamina– podría debilitar los recuerdos que no se han adaptado bien como, por ejemplo, los asociados a conductas que han sido producto del uso de drogas dañinas.
Los autores de la investigación escogieron a 90 participantes –55 varones y 35 mujeres de una media de edad de 28 años– que incurrían en patrones de alcoholismo, pero que no habían sido diagnosticados de manera formal con un desorden en este sentido y que tampoco habían buscado tratamiento.
Los científicos indujeron en esas personas el proceso de recuperación de recuerdos asociados al alcohol mostrándoles una serie de imágenes de cerveza, tras lo que recibieron una inyección de Ketamina o solución salina.
También se administró una dosis de Ketamina a un grupo de 30 participantes que no habían experimentado ninguna recuperación de memoria previa.
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Tras esto, se pidió a esas personas que notificaran si habían percibido algún cambio en su conducta a la hora de beber alcohol, en cuanto al volumen ingerido, el disfrute del mismo y las ganas de beberlo.
Los científicos observaron que el tratamiento con Ketamina tras haber recuperado algún recuerdo derivaba en una reducción en el número de días de consumo de alcohol por semana y en la disminución del volumen de bebidas alcohólicas ingeridas en periodos de hasta nueve meses, tras la intervención en este experimento.
Vieron que combinando la Ketamina con el proceso de recuperación de memoria se obtenía una reducción mucho mayor en el consumo de alcohol que con la sola administración de esa droga.