Llegada la tarde y paseando por las calles de Kiev, la capital ucraniana, luego de mantener una reunión con el jefe de la Oficina Presidencial, comenzaron a sonar las sirenas y alarmas alertando sobre un posible ataque aéreo, lo cual nos obligó a dirigirnos a uno de los más mas de 4.500 refugios diseminados por la ciudad.
Se trata de sitios tipo búnker que cuentan con comodidades como calefacción, electricidad y agua.
También incluyen cocina y baño, lo suficiente para abastecer durante una semana a una familia entera.
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Están reforzados con hormigón para resistir cualquier tipo de artillería pesada. Este tipo de estructura puede proteger contra impactos directos.
“Este es el típico refugio que tienen los edificios residenciales; este tiene puertas nuevas, hay banquitos, porque a veces tienen que bajar los niños de guarderías o colegios; y los habitantes que también dejan sus sofás, sus casas, porque los que tienen niños suelen bajar, porque los niños son nuestra mayor responsabilidad. Muchas veces uno tiene que bajar tres o cuatro veces al día”, cuenta a ÚH Olga Tarnovska, una bloguera de guerra en Ucrania.
Actualmente estos espacios están siendo muy solicitados en el país. Están marcados con la palabra “Укриття” en la puerta, que significa “amparo”.
Suele haber un número de teléfono que indica a quién hay que llamar para abrir el refugio, en caso de que necesite utilizar, sin embargo, el problema es que algunos de esos números ya están caducados, por lo que es difícil saber quién tiene las llaves de ese búnker.
Tras unos minutos, el sonido de la sirena desaparece y vuelve la tranquilidad, aquella que los habitantes de Kiev nunca pierden en este tipo de escenarios a los cuales están muy acostumbrados.
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Miles
En total, la ciudad cuenta con 4.500 refugios antiaéreos, de los cuales algunos supieron resistir al desgaste del tiempo mejor que otros. Es que varios de ellos ya están instalados desde la Guerra Fría, durante el periodo soviético.
Sin embargo, en el 2023 desde el Gobierno ucraniano comunicaron que no todos están aptos para su uso, ya que algunos se encuentran cerrados, sin provisiones, baños o ventilación básica necesaria.
Más allá de los refugios adaptados en locales comerciales, también las estaciones de subte de la capital ucraniana están preparadas para resistir un ataque de este tipo y las personas también están acudiendo a estos espacios en busca de protección, en el caso de que las alarmas las agarren desprevenidas.
De hecho, al comienzo de la guerra a gran escala en febrero del 2022, las estaciones de subtes eran uno de los principales sitios donde los ucranianos yacían guarecidos casi en forma permanente. Otros, preferían escapar.