La dificultad, a la altura del km 1.321, en cercanías de la ciudad de Pilar (Ñeembucú), empeoró el mes pasado, e incluso hubo momentos en donde se acumularon 400 barcazas en el paso fluvial. El paso está ralentizado por la cíclica crecida y desembocadura del río Bermejo en el río Paraguay, donde llega con sedimentos.
“En este momento todavía es difícil calcular el impacto porque está ocurriendo inmediatamente. Lo que sí te puedo decir es que hay importantes demoras en el tránsito de mercadería, tanto de importación como exportación. Ya se están ocasionando, digamos, gastos adicionales para poder gestionar la logística. Hay importadores que no están recibiendo sus materias primas, que están básicamente, o sus insumos, están básicamente ya teniendo que tomar medidas a nivel de producción”, explicó Valdez.
El titular del Cafym añadió que hay exportadores que probablemente entregarán mercaderías fuera del plazo de contrato, lo que “implicaría eventualmente multas y penalidades”. “Y ni hablar del costo que se genera para las empresas de transporte naviero. O sea, realmente va a haber un impacto, eso es inminente. Sin embargo, todavía no tenemos un número fino”, expresó.
Menos calado. Por su parte, Roberto Gunther, también directivo del citado gremio, indicó que las embarcaciones siguen franqueando el paso de la hidrovía en la zona del Bermejo, “pero no navegan como deberían de navegar porque hay restricción de calado en esta zona”. “Es una zona crítica, pero en fin, soluciones se están encontrando, no en la celeridad que queremos todos, pero se está pasando. Está una empresa dragadora muy seria que es T&C, que draga de noche, ahí se interrumpe la navegación, porque opera de 19 o 20 horas hasta las 5 de la mañana, tratando de profundizar más todavía el paso”, señaló.
Admitió que en el caso específico del Bermejo a lo mejor es necesaria una ayuda extra para acelerar la evacuación del transporte en la zona, posibilidad que incluso fue citada por Valdez, quien aclaró que de concretarse un dragado mayor no tendrá costo para el Estado, siendo cubierto por los armadores.
Gunther insistió en que el Bermejo tiene una característica peculiar, porque si hoy está con poco calado, “de repente 24 horas te cambia”. “Es abrupto, es la naturaleza. Yo le catalogo como salvaje, a lo mejor no es el término correcto”, opinó.
