Resaltan que el daño producido no solo se reduce al ámbito patrimonial, sino que, además, es un atentado a la vida y seguridad de las personas porque puede ocasionar graves accidentes.
Pese a esfuerzos de la Municipalidad para poner en funcionamiento los semáforos, los mismos vuelven a ser robados. Muchos son recuperados de locales nocturnos que los tenían como decorado.