El hombre, que el miércoles 22 de marzo estaba trabajando en horas de la madrugada como chofer de la plataforma, recibió un pedido para ir hasta Artigas y Perú. Al llegar, un joven le pregunta su nombre para confirmar y le dice el suyo también, pero luego se supo que la identidad que le dio era falsa.
El adolescente Óscar César Cristaldo (17) le pidió que le llevara hacia una calle oscura para supuestamente recoger a su mamá y llevarla al hospital, dijo en contacto con Monumental 1080 AM.
“Él me dijo que quería llevarle a su mamá al Ineram. Yo le dije que era todo muy peligroso ahí; me dijo que no, que no iba a pasar nada, me prometió que ellos no eran así y yo accedí, porque quería ayudar, como el tema de la madre que estaba enferma”, contó el trabajador.
Ya en esa dirección, apareció una segunda persona y allí el panorama cambió, confirmó Gamarra.
“En el momento en que apareció la otra persona, yo le volví a preguntar por la madre y en ese momento la otra persona ya ingresó a mi auto por la puerta trasera, con un arma”, relató el hombre.
Antes no se percató y recién ahí se dio cuenta de que los dos jóvenes estaban armados. Le dijeron la conocida frase: “Esto es un asalto”, y el conductor logró sacar una pistola de la guantera. Era la primera vez que tenía un arma consigo, afirmó.
“En una reacción rápida, forcejeamos y se disparó el arma; fue cuestión de segundos. Era mi arma y ambos salieron del auto, cuando uno se cayó en la vereda me di cuenta de que el disparo era para la otra persona”, dijo Nelson.
El otro corrió hacia el barrio, y él se retiró del lugar rápidamente y fue a su casa.
“Realmente estoy un poco más tranquilo, pero nada es igual, esa es la realidad. Es una realidad triste, todo cambia a partir de ese momento”, relató, todavía conmocionado por lo vivido.
Comentó que su versión es la misma de lo que la Fiscalía vio en el circuito cerrado. “Temí por mi vida, hasta ahora tengo mucho miedo”, dijo.
PROCESO. La fiscala María Estefanía González recientemente confirmó que todos los datos recogidos dan cuenta de que se trató efectivamente de un hecho de legítima defensa, por lo que ordenó su libertad.
El hombre se puso a disposición de la Fiscalía recién el sábado pasado y contó que arrojó el arma al arroyo Ytay.
También pudieron dar con el presunto cómplice del intento de asalto.
El hombre sigue temeroso por su vida y confirmó que el hecho cambió todo. Reconoció que el arma se disparó en el forcejeo con el joven fallecido, alias Frijoles, que intentaba robarle.