Agentes contra el Crimen Organizado y el fiscal Alcides Jiménez allanaron una vivienda en el kilómetro 19 de Minga Guazú, Departamento de Alto Paraná, donde funcionaba una especie de comisaria clandestina, desde donde empresarios de origen asiáticos eran extorsionados por sus propios compatriotas.
La comitiva incautó placas de identificación policial de China, una caja fuerte y otros elementos como pancartas con inscripciones en su idioma.
El caso fue denunciado por autoridades de ese país, ante el Departamento Contra el Crimen Organizado de la Policía Nacional.
Durante la intervención no se encontró ninguna persona en el local que fungía de sede policial.
No obstante, hallaron uniformes de color celeste con azul, que serían similares a la policía de China continental, placas de identificación policial, a nombre de Lin Zhongbin, de la oficina de Seguridad Pública de Fuzhou, provincia de Fujian y Gao Yi Pin, de la oficina de Seguridad Pública Municipal de Juanzhou, además de una caja fuerte de metal, cerrada, que fueron incautadas.
La denuncia refiere a que se estuvo cometiendo una estafa con uniforme policial del país asiático, utilizados por orientales que utilizaban para extorsionar a sus propios connacionales.
Los delincuentes captaban los números de cuentas bancarias y luego contactaban con los titulares para someterlos a extorsión, según el agente fiscal interviniente.
Se tratarían de estafas cibernéticas, según su versión.
En base a esos datos, los investigadores localizaron una vivienda alquilada por un ciudadano chino, cuya identidad no fue revelada, desde donde se llevaba adelante los golpes. Asimismo, se podían ver pancartas escritas en chino en el que mencionan lealtad al partido, entre otras frases, acorde a los datos. Una persona está detenida en el caso.