Son personas que abordan a los turistas para llevarlos a comprar en ciertos comercios y de la venta concretada cobran una pequeña comisión. El problema es que se multiplicaron con esta pandemia y muchos son literalmente asaltantes y estafadores.
Es en este contexto que ayer se inició un mayor control sobre la labor de estas personas que está prohibida por ordenanza municipal, precisamente por denuncias de que no son guías, sino estafadores. Agentes de la Comisaría Primera realizaron una redada ayer y aprendieron a ocho personas que fueron llevadas hasta la Dirección de Policía para mejor identificación.
Darío Ramírez, de la Asociación de Mesiteros del Microcentro, dice que la situación es cada vez peor, no se puede trabajar de esta gente. “Están en las esquinas y nuestros clientes ya no quieren comprar de nosotros porque ellos les acosan, es una vergüenza. Todos saben en cuáles galerías están los comercios que estafan a los pocos turistas que vienen, es triste, porque en la reunión pasada pedimos más seguridad”.
Carlos Ayala Cambra, jefe de Gabinete de la Gobernación del Alto Paraná, explicó que se van a adoptar tres acciones específicamente; entre ellas, la conformación de una comisión de seguridad, agendar una reunión con el fiscal adjunto Humberto Rosetti y solicitar el cumplimiento de una ordenanza municipal del 2015 que está vigente, dijo.
El funcionario admitió que en esta primera semana, que concluye con la reapertura del paso fronterizo, el gran déficit es la seguridad. WF