La médica del Sanatorio Migone María de Fátima Bastos, quien fue imputada por el fallecimiento del pequeño Renato, cuenta con medidas alternativas a la prisión, otorgadas por la jueza Lici Sánchez a pedido del Ministerio Público.
Bastos tiene la prohibición de salir del país, no puede cambiar de domicilio y debe comparecer de forma mensual ante el Juzgado.
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Los otros dos galenos procesados –también por omisión de auxilio– son José Manuel Ovando, quien no se presentó a la audiencia de imposición de medidas este jueves, y Óscar Feliciano Cabrera, quien apeló su imputación.
El caso es investigado por las fiscalas Sara Torres y Nathalia Silva. La muerte del niño Renato Federico Rojas Talavera, de 2 años, ocurrió el 20 de agosto en el sanatorio privado ubicado en la ciudad de Asunción.
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De acuerdo con la versión de la familia, el niño ingresó aquel día por un cuadro de fiebre, pero los médicos no lo auxiliaron como correspondía, por este motivo presentaron una denuncia en la Fiscalía por supuesta negligencia médica.
Sostienen que el sanatorio no contaba con los insumos necesarios para realizar los procedimientos de urgencia para salvar al menor.
Los familiares del pequeño publicaron videos del circuito cerrado del momento cuando ingresaron al centro asistencial para pedir ayuda.
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Investigación del Ministerio Público
Según la Fiscalía, tras habérsele suministrado un medicamento al niño “se produce una alteración y empeoramiento repentino del estado de salud del paciente, motivo por el cual la madre del menor se refiere ante los tres médicos con angustia y en voz alta que su hijo estaba pálido”.
De acuerdo con la imputación, pese a que los tres médicos estaban en el box de urgencia, “ninguno de ellos se ha acercado a verificar el estado de salud del niño, por lo menos mientras llegue la médica pediatra”. El texto señaló que el paciente estaba “en un estado de peligro en su salud”.