La baja cobertura de la seguridad social contributiva afecta a gran parte de la fuerza de trabajo del Paraguay, así como a otros grupos no activos laboralmente, lo que aumenta su vulnerabilidad. Para los trabajadores del país, carecer de las condiciones necesarias y los ingresos suficientes los deja excluidos en lo que respecta a la seguridad social, según lo revela un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
El informe denominado “Políticas de protección social y laboral: Evidencias y desafíos para Paraguay”, presentado ayer en el Aula Magna del Banco Central del Paraguay, revela que cerca del 40% de los hogares paraguayos no consiguen, a través del trabajo de sus integrantes, garantizar ingresos básicos (sueldo mínimo), que les permitan cotizar en alguna caja de jubilación.
Esto se da debido a que el sistema de seguridad social del país establece como la base de las cotizaciones al salario mínimo, explica el documento.
“El acceso a la seguridad social contributiva en Paraguay se encuentra directamente relacionado con la participación en el mercado laboral. El diseño original y vigente en la actualidad otorga el derecho a trabajadores en relación de dependencia”, describe.
APORTES. Otro de los aspectos destacados es que en Paraguay solo el 23,4% de la población ocupada (3.217.083) aporta a alguna caja de jubilación. Tomando en cuenta al sector público, 8 de cada 10 personas dependientes son cotizantes, mientras que 4 de 10 trabajadores dependientes del sector privado es aportante.
Si bien los regímenes con contribución voluntaria permiten que el resto de los trabajadores aporten solo para la jubilación, como es el caso de las trabajadoras domésticas, es muy baja la participación.
Desigualdad. El informe del PNUD señala que una desigualdad de ingresos alta se traduce en que muchas personas con bajos recursos no invierten lo indispensable en la educación, la salud y los ahorros jubilatorios, entre otros.
Asimismo, se menciona que el promedio mensual de los ingresos laborales de un hogar situado en el 20% más pobre alcanza G. 1.420.000 y el 20% siguiente tiene un promedio mensual de ingresos laborales de G. 2.263.000 (según datos del INE, 2022). Es decir, que casi el 40% de los hogares no logran garantizar ingresos ubicados dentro del salario mínimo, que les permitan cotizar a alguna caja de jubilación.
El informe mencionado dice que entre los años 2000 y 2019, Paraguay tuvo un excelente desempeño económico medido por el producto interno bruto (PIB), que permitió reducir la pobreza, el impacto en la desigualdad del ingreso, en el mercado laboral y en la cobertura social fue escaso.
Especialista habla sobre desigualdades en la región
Santiago Levy, economista e investigador sénior del PNUD, expuso sobre coincidencias que existen entre los sistemas sociales de América Latina.
“Que seamos la región más desigual del mundo y la que menos crece, va de la mano, no es una simple coincidencia”, dijo.
Levy recordó que durante los últimos 30 años en casi todos los países de la región se ha logrado una estabilidad macroeconómica, con gastos en la protección social, pero, a pesar de ello, tenemos altos niveles de pobreza.
El especialista mexicano aseguró que las políticas impositivas, de protección social, laboral y de pensiones son un “rompecabezas”, por lo que deben operar integradas.
23,4% de la fuerza laboral aporta a alguna caja jubilatoria, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas, 2021.