“En la semana social de la Pastoral Social se hablaba de las contaminaciones ambientales, de la escasez de agua potable en el Chaco y de aguas contaminadas que producen envenenamientos en las comunidades. La codicia causa el desorden social que despelleja y despoja a la naturaleza y sus habitantes, negándoles sus derechos fundamentales, el derecho a la vida misma, por las ambiciones personales, grupales o empresariales”, enfatizó.
Asimismo, el religioso remarcó que “la cultura del despojo es cultura de muerte. ¿Quién es el causante del desorden, de las injusticias, de las esclavitudes? El demonio, el mal que posee, que es generador de mentira, de discordias y de muerte”, añadió.
En otro punto, lamentó los casos de sicariatos, abusos y violencia intrafamiliar que se registran a menudo en el país.
“Las guerras, los enfrentamientos, muertes, sicariatos, abusos y usos de los niños y adolescentes, la violencia extra e intrafamiliar, mal endémico de abusos de poder y autoridad, las injusticias, las codicias, robos, corrupciones y la larga lista de descuajeringamientos sociales, es servir al mal, al demonio y sus desórdenes”, sostuvo.
PEREGRINACIÓN EN ITÁ. Alrededor de 3.000 jóvenes, en la XXV Peregrinación Diocesana de Jóvenes, organizada por la Pastoral de Juventud de la Diócesis de San Lorenzo, peregrinaron este domingo en la ciudad de Itá con el objetivo de reflexionar sobre los desafíos que enfrentan los jóvenes en la actualidad.
Los participantes iniciaron una peregrinación de seis kilómetros hasta la parroquia San Blas, donde presidió una misa el obispo Joaquín Robledo. Los jóvenes leyeron un manifiesto en el que presentaron inquietudes que tienen en la sociedad.