“Estamos trabajando de manera permanente, de manera constante, con los miembros del Consejo, sección de Paraguay, y del Directorio paraguayo de la entidad binacional, con el propósito de ir viendo cuáles son las variables que forman parte del Anexo C y que vamos a contemplar de acuerdo con la visión que finalmente define el señor presidente de la República”, indicó el canciller.
“Nosotros tenemos los desafíos inherentes a los aspectos de que tenemos que potenciar al máximo el desarrollo de nuestro país y tenemos que trabajar sobre la base de una capacidad de acceder a energía, y allí está el debate más importante que es en primer lugar la tarifa que vamos a definir, y en segundo lugar que sea un factor de desarrollo para las inversiones necesarias inherentes a la readecuación de la entidad binacional”, añadió el diplomático.
Contó que este mes está prevista una reunión presencial del Consejo de Administración de la Itaipú, y que hubo varios encuentros “a nivel virtual” en el marco de la revisión del Anexo C. “Tenemos reuniones periódicas entre todos los miembros del Consejo”, insistió.
Ramírez Lezcano también afirmó que la idea es respetar el acuerdo para definir el nuevo Anexo C antes de fin de año. “Es el compromiso que asumimos en el entendimiento celebrado en ocasión de haber finiquitado las negociaciones de tarifa”, recordó.
PREOCUPACIÓN. Por su parte, la ingeniera Mercedes Canese, ex viceministra de Minas y Energía, integrante de la campaña Itaipú 2023, Causa Nacional, señaló que existe “preocupación” en relación con la revisión del Anexo C y las negociaciones en Itaipú.
“No tenemos una agenda pública de parte de Santiago Peña y los signos que han dado, o los hechos que han sucedido, han sido realmente muy graves y un retroceso en la soberanía hidroeléctrica de nuestro país”, opinó, cuestionando la fijación de la tarifa de Itaipú “por debajo del precio de mercado”. Dijo que al mismo tiempo que este precio está por encima de la cifra que debe aplicarse por tratado, ubica a Paraguay en una posición muy débil. Además, cuando hay asimetrías en una negociación, como ocurre entre Paraguay y Brasil, “lo que le da fuerza al país más pequeño es tener el apoyo del pueblo, el acompañamiento del pueblo”, lo que no está sucediendo.