Desde hace un buen tiempo, la distribución del líquido vital en algunos de los barrios –como Loma, Buena Vista, San Rafael, Tupãsy Ykua y el Universitario– se está haciendo de manera deficiente, por horarios, y de forma entrecortada.
El servicio de agua de la Essap no se distribuye de manera sostenida y continua desde hace tiempo, sino al contrario, el servicio del líquido a las viviendas tiene su horario.
Consultado sobre este tema, el responsable de la planta de tratamiento de Essap en Caacupé, Nelson Ledesma, comentó que la situación es debido a los vetustos caños, que se rompen con frecuencia.
“Con la tenencia de estos problemas se está recibiendo la factura de años de abandono, de desidia, la irresponsabilidad y el desinterés de varias de las autoridades que administraron la institución en tiempos pasados. Las cañerías instaladas y vigentes actualmente en las calles de la ciudad, como mínimo tienen alrededor de 40 años y más que prácticamente ya cumplieron su vida útil”.
Añadió que los problemas que afrontan los vecinos casi a diario se circunscriben principalmente a las roturas de cañerías, que ocupan asiduamente a los funcionarios para solucionar esas roturas. Pero mientras se soluciona en una de las calles de la ciudad, otro reventón se registra en otro lugar. Y, así, los caños rotos, afloran en las calles permanentemente.
Cañerías viejas, obsoletas, que ya cumplieron su vida útil, constituyen la problemática en Caacupé. El servicio del agua al vecindario se torna entrecortado, por las permanentes roturas y soluciones parches. DBF