08 ago. 2025

Buscar una solución de fondo al problema de los cuidacoches

La Comuna de Asunción y la Policía Nacional realizan operativos de despeje de lugares tomados por cuidacoches en las calles. Numerosas denuncias se han presentado por extorsión. En este contexto, sin embargo, se debe buscar una solución de fondo al problema. Esto conlleva dar una respuesta con proximidad, en un trabajo que debe ser interinstitucional, entre el gobierno local y otras entidades del Estado, para que el tratamiento sea integral. No será una tarea fácil. Ya se intentó anteriormente, pero vale la pena intentarlo de nuevo.

La presencia de los cuidacoches en el centro de Asunción y otras zonas siempre ha sido un dolor de cabeza para los automovilistas. Estacionar con tranquilidad y seguridad ha representado en todo momento una utopía, ya que la intimidación e incluso la extorsión eran características frecuentes a la hora de ubicar el vehículo, ya sea para buscar un momento de ocio o para ir al trabajo

Debido a esta situación es que muchos asuncenos y aquellos pobladores que residen en las cercanías de la capital decidieron ya no concurrir al Casco Histórico un fin de semana para el esparcimiento o la diversión. El riesgo de ser apretados por los cuidacoches, más la propia inseguridad que conlleva transitar por el microcentro, son combinaciones no deseadas por cualquier ciudadano.

Al panorama planteado se suman aquellos robos de accesorios cometidos contra los vehículos estacionados en el microcentro. Algunos de los involucrados se hacían pasar de cuidadores de vehículos, que incluso portaban chalecos para simular tal actividad.

Al exponer estos condimentos que debe afrontar el automovilista por el centro o zonas como Sajonia, el Puerto, Villa Morra, entre otras, evidentemente será un gran alivio si ya no debe lidiar al menos con los cuidacoches. Evidentemente que no se puede generalizar a todos con la conducta del apriete. También se encuentran aquellos que simplemente reciben un monto a voluntad, porque definitivamente es una actividad informal. Es ilegal apropiarse de un espacio público y cobrar por ello.

Realizada toda la exposición anterior, cabe señalar los operativos de despeje que está llevando a cabo la Comuna en conjunto con la Policía Nacional en diferentes zonas de Asunción para sacarlos de circulación. Al menos 25 denuncias por extorsión al día estaba recibiendo la Policía por parte de los conductores. Ya hubo detenidos por estos hechos.

Hay una clara decisión de la Municipalidad en erradicarlos de la actividad diaria de los capitalinos y asimismo en un siguiente objetivo, a los limpiavidrios, que también en lugares estratégicos como Mariscal López y Perú, ya protagonizaron una serie de incidentes violentos. En varios casos registrados, por no bajar la ventanilla del auto y consecuentemente no darles dinero, reaccionaron con violencia contra el vehículo y el conductor.

Ahora, viendo que también es un problema social por resolver, se debe establecer un plan integral que pueda posibilitar a los interesados insertarlos al mercado laboral formal. Ello implica capacitarlos para que puedan ingresar en ese proceso. El inconveniente que argumenta el gremio que nuclea a los cuidacoches es que la mayoría ya son personas de “avanzada edad” y que no tendrían otra opción. Sin embargo, se debe insistir en que puedan capacitarse para que desarrollen alguna tarea formal, pese al argumento de la edad.

En abril del año pasado se había lanzado un prometedor proyecto para la inserción laboral de los cuidacoches en un trabajo conjunto de la Municipalidad de Asunción, el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTESS) y el Servicio Nacional de Promoción Profesional (SNPP). Al comienzo se dieron señales muy positivas, pero evidentemente que no se pudo sostener en el tiempo, por lo cual de nuevo se opera para quitarlos de las calles. Es que claramente los montos que recaudan en la calle son muy interesantes, especialmente los fines de semana en los alrededores de conciertos, eventos, pubs, etc.

No obstante, hay que intentar de nuevo en buscar una solución de fondo al problema, dar una respuesta con projimidad en un trabajo que debe ser interinstitucional del gobierno local con el gobierno central para que el tratamiento sea integral.

Más contenido de esta sección
Cada 1 de agosto el país revive el dolor, la rabia y la indignación al rememorar el día de la tragedia del Ycuá Bolaños, y el recuerdo de las 400 personas fallecidas, los más de 500 heridos y 6 desaparecidos. Un supermercado ubicado en un populoso barrio de Asunción, que un domingo en la mañana se presentaba colmado de clientes, familias enteras que recorrían sus pasillos, cuando se desató el infierno con una explosión. 21 años después los recuerdos siguen doliendo, lo mismo que reconocer que no aprendimos la lección.
En las últimas semanas se han compartido testimonios de madres de personas adictas relatando desgarradoras historias que describen con realismo la situación que genera el extendido consumo de drogas. Paraguay tiene una limitada infraestructura para la rehabilitación, pero no se debe reducir la problemática a una de las víctimas –los adictos–. En la cima del organigrama de esta nefasta cadena dominan los traficantes de las drogas, que explotan a niños y jóvenes con el consumo, pero también usándolos en el negocio.
Sin una verdadera Justicia, la corrupción pública en el Paraguay no solamente seguirá gozando de impunidad, sino que además va a extenderse como un incurable cáncer. Este es el grave riesgo que corre el país de continuar el actual esquema en el que el sistema de Justicia otorga un trato especial a autoridades que habían sido electas para administrar la cosa pública y que luego fueron condenadas por hechos de corrupción. Sin embargo, lejos de ser un ejemplo, estos terminan siendo beneficiados con medidas de privilegio.
Son muchos años de funcionamiento del esquema de estafas conocido como la mafia de los pagarés. En todo este tiempo, los delincuentes han dejando un verdadero reguero de víctimas, y estas ya no pueden seguir aguardando a que las instituciones les ofrezcan una solución, pues está en juego nada menos que su subsistencia. La denominada mafia de los pagarés no deja de causar daño a trabajadores que se ven perjudicados al tener embargados sus salarios o pensiones. La Justicia debe dar respuestas y soluciones.
La seguridad social constituye uno de los principales mecanismos para reducir la vulnerabilidad de las personas y las familias, combatir la pobreza y garantizar una vida digna en la vejez. En el caso del Instituto de Previsión Social (IPS), además, facilita el acceso a servicios de salud en situaciones de enfermedad, sin necesidad de contar con recursos económicos adicionales en una etapa de la vida en la que la atención resulta fundamental para el bienestar.
Un reciente artículo nacional que analiza la evolución de la inflación y los ingresos laborales encontró una caída de estos últimos en términos reales. Esto significa una pérdida de capacidad adquisitiva en los hogares. Dicho resultado resulta contradictorio si se consideran el alto nivel de crecimiento económico, incluso por encima de los promedios regionales, y los cambios en determinadas condiciones institucionales que hicieron que una de las agencias calificadoras otorgara a Paraguay el tan esperado “grado de inversión”.