Según el texto, los ciudadanos que tengan las correspondientes licencias podrán a partir de ahora adquirir hasta seis armas y 2.000 municiones por año.
Además, el certificado de “capacitación técnica” necesario para acceder al armamento, emitido por las autoridades, podrá sustituirse por una declaración de un club de tiro en la cual deberá constar que el solicitante practica “habitualmente”.
Asimismo, los miembros de clubes de tiro y cazadores tendrán la potestad de comprar hasta 60 armas por año, sin el expreso permiso del Ejército, que se exigía hasta ahora.
PROMESA DE CAMPAÑA. La flexibilización del acceso a las armas fue una de las ofertas que Bolsonaro presentó a los brasileños en la campaña electoral de 2018, pero varias de las medidas que ha adoptado en ese sentido han sido moderadas o incluso anuladas por el Parlamento o la Justicia.
Este mismo mes, tras una renovación de las directivas de las cámaras que reforzó el poder de los aliados de Bolsonaro en el Parlamento, el mandatario ya había avisado que pretendía retomar su ofensiva en favor de la “autodefensa” de los ciudadanos frente a la delincuencia.
Bolsonaro, líder de una ultraderecha que se declara abiertamente armamentista, afirmó hace diez días, cuando anunció que volvería sobre ese asunto, que no le teme “al pueblo armado”, pues eso “impide que un gobernante se convierta en dictador”.
EXCLUSIÓN DE LICITUD. También ha dicho que insistirá en que el Parlamento apruebe la llamada “exclusión de licitud”, que impediría llevar a la Justicia a un policía que haya matado a un delincuente en ejercicio de sus funciones, aun si se sospechara de que pudiera haber ocurrido abusos.
Esa propuesta fue incluida en un paquete de medidas contra la delincuencia y remitido por el Gobierno al Congreso, que finalmente eliminó ese punto, rechazado por organizaciones de derechos humanos que ubican a los cuerpos de seguridad de Brasil entre los más violentos del mundo. Bolsonaro, por el contrario, sostiene que “un policía en operaciones tiene que tener garantías, pues es jefe de familia, un trabajador que no puede, después de que cumplió su misión, recibir en su casa la visita de un oficial de justicia”.
Más de 1.000 muertos
La cifra de muertos por Covid-19 en Brasil se mantuvo por encima del millar por día en las últimas 24 horas, en las que se registraron otros 1.043 decesos, con lo que el total subió a 238.532, informó el sábado el Ministerio de Salud. De acuerdo con los datos oficiales, el promedio de fallecidos cada día en las últimas dos semanas sigue por encima del millar, lo cual indica que la pandemia continúa fuera de control en todo el país, uno de los tres más afectados del mundo, junto con EEUU y la India.