El líder ultraderechista, de 70 años, está acusado de haber liderado una organización criminal armada para tratar de aferrarse al poder tras perder las elecciones en 2022 contra el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
La juez Cármen Lúcia votó este jueves por una condena, con lo que el marcador es de 3 a 1 a favor. “Bolsonaro practicó los crímenes imputados”, dijo la juez al emitir su voto.
Para que el supremo adopte formalmente la decisión todavía debe votar el quinto y último magistrado del caso, Cristiano Zanin. Después, los magistrados votarán la pena, que puede sumar hasta 43 años de prisión.
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El ex mandatario, que gobernó Brasil desde 2019 a 2022, está acusado junto a otros siete ex colaboradores, entre ellos ex ministros y jefes militares, de haber conspirado durante meses para dar un golpe de Estado.
La trama golpista, que habría incluido un plan para asesinar a Lula, no se habría ejecutado por falta de apoyo de la cúpula militar. Bolsonaro, en arresto domiciliario desde agosto, no participa en las audiencias en el tribunal al alegar problemas de salud.
De polo verde y pantalón negro, el líder ultraderechista se hallaba este jueves junto a su cuñado Eduardo Torres en el patio frente a su casa en Brasilia antes del inicio de la sesión, constató un periodista de la AFP.
Bolsonaro está “muy delicado de salud”, dijo a periodistas su abogado Paulo Cunha Bueno, preguntado sobre la posibilidad de que la defensa pida prisión domiciliar en caso de que el ex mandatario sea condenado a la cárcel.
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Con el plan golpista, “Brasil casi volvió a una dictadura”, dijo al expresar su voto el martes el juez relator del caso, Alexandre de Moraes, blanco también del presunto plan de asesinato.
Moraes votó por una condena, así como el juez Flávio Dino, exministro de Lula. Dino advirtió además que los crímenes juzgados no son susceptibles de una amnistía, en momentos en que el bolsonarismo empuja por un perdón legislativo a su líder si resulta condenado.
A contracorriente de sus colegas, el magistrado Luiz Fux advirtió contra realizar un “juicio político” a Bolsonaro y se inclinó por absolverlo por falta de pruebas.
“Este voto no va a interferir en el resultado final, pero va a interferir en la historia”, dijo a la AFP el diputado bolsonarista Luiz Lima, para quien hay una “presión enorme” para incluir el proyecto de amnistía en la agenda del Congreso.
La sociedad brasileña, polarizada, se muestra dividida entre quienes consideran el juicio un ejercicio de defensa de la democracia y quienes aducen motivaciones partidistas.
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“Este juicio es injusto (...) no siguió el ritmo normal. Es más político que jurídico”, dijo a la AFP en Brasilia Germano Cavalcante, un ingeniero civil, de 60 años. Ana Karla Oliveira, una analista de sistemas, de 21 años, disintió. Bolsonaro “debe ser responsabilizado por tentativa de golpe”. “Trajo al país una nueva era de conservadurismo de una forma muy violenta”, estimó.
Los brasileños votarán en las presidenciales de 2026. Mientras Lula, de 79 años, cuenta con presentarse a la reelección, una condena a Bolsonaro precipitaría la carrera en la derecha para sucederle. Hasta ahora, pese a estar inhabilitado políticamente, el ex presidente ha afirmado su intención de volver a presentarse en los comicios.
El juicio se desarrolla en medio de presiones sobre Brasil por parte del presidente estadounidense Donald Trump, que aplicó aranceles punitivos a productos brasileños bajo el argumento de que existe una “caza de brujas” contra su aliado Bolsonaro.
Fuente: AFP.