En este sentido, Bejarano subrayó la ampliación de los plazos para la Ley 6977, “Que regula el fomento, generación, producción, desarrollo y la utilización de energía eléctrica a partir de fuentes de energías renovables no convencionales no hidráulicas”, como “una de las cuestiones” consideradas.
“La gente necesita tener una garantía de compra por un mayor plazo. Si bien es cierto que pusimos hasta 30 años, que es lo normalmente razonable con las PCH (pequeñas centrales hidroeléctricas), pero con la solar fotovoltaica creemos que vaya a 20, incluso 25, a pesar de que la tecnología aún es difícil que soporte 25 años de producción, el panel solar, creemos que hay posibilidades de mayor inversión”, subrayó el viceministro.
Igualmente, insistió que se está trabajando con la Ley 7299/2024, en la reglamentación de las PCH, y “licitar las cuencas hidrológicas para el mejor aprovechamiento”.
Tiempo. Bejarano reconoció que los procesos llevan “mayor tiempo del que nosotros deseamos, porque estamos rompiendo un modelo tradicional, por llamar de una manera, que viene trabajando la ANDE hace muchos años, que es la compra de las binacionales más el manejo de Acaray”. “Por primera vez va a comprar energía a largo plazo, de una inversión privada, con lo cual los modelos normativos nos están siendo bastante difícil reestructurar”, confesó el viceministro.
Añadió que el gas natural también “va a ser fundamental”. “Inicialmente un gas argentino y luego es el gran fomento para la exploración y para que nuestro gas natural pueda estar en superficie e ingresar dentro de la matriz de consumo”, indicó con referencia al gasoducto bioceánico que pasará por el Chaco llevando producción argentina hasta Brasil.
A propósito de la descarbonización y la utilización de hidrocarburos, explicó que en la política energética se consideran “todos nuestros recursos naturales” y uno de ellos es el gas. “No hay que desaprovecharlo, so pena o so pretexto de buscar un exceso de embanderamiento que no tiene mucho argumento, sino hay que mirar realidades energéticas, hay realidades energéticas que el mundo entero lo está viviendo. Y entendemos y queremos esta transición, pero el gas natural juega y va a seguir jugando un rol fundamental”, aseveró.
Por otro lado, están trabajando en un proyecto llamado Electrificación de última milla, que va a sumar generación distribuida y además de las PCH, la solar fotovoltaica. “Estamos viendo el potencial biogás que hay en Itapúa y todo lo que significa la cogeneración, que va a jugar un rol fundamental a partir de las bioenergías”, añadió.
8.760 megavatios de potencia nominal tiene Paraguay a través de las centrales hidroeléctricas (Itaipú, Yacyretá y Acaray).