Las condiciones externas favorables y el fin de restricciones a la movilidad, tienen un impacto positivo (y mayor al esperado) en la actividad económica, de acuerdo con analistas de Banco Basa, quienes ayer brindaron sus perspectivas en la cuarta edición de Basanomics digital.
El economista Santiago Peña mencionó que el Banco Central del Paraguay (BCP) bajó adecuadamente la tasa de interés, ya en 2020, pero que en algún momento tendrá que normalizarse esa política monetaria, porque la inflación podría empezar a subir más. “Un 3% ya preocupa”, sostuvo.
Con esto, según su proyección, podría llegarse a fin de año con un 6% de inflación, lo que ya se ubica en el límite establecido por la banca central, lo que generará preocupación.
En cuanto a la proyección del PIB para este año, indicó que será entre el 4% y el 4,5%, con un déficit fiscal entre el 2,5% y el 3%. El nivel de la cotización del dólar estaría al finalizar este año en G. 7.000, según mencionó.
También expuso los flujos de inversión en las últimas crisis y comparados con la del coronavirus, indicando que a nivel de economías emergentes la pandemia fue la peor, por la mayor salida de capitales, lo cual no es buena señal porque no siguen recibiendo ingresos para financiar nuestras economías.
El economista Carlos Fernández Valdovinos mencionó, por su parte, que el tren de la pandemia nos atropelló fuerte, y que siempre estamos expuestos a algunos choques imprevistos.
Describió el contexto mundial, en el sentido de especificar que las perspectivas serán mejores que las previstas a comienzo de año. “Estados Unidos tiene una fuerte recuperación, con tasas de desempleo que bajaron al 6%, cuando llegó al 14%; porque una mayor recuperación trae aparejado un nivel alto de inflación, lo que implica que la Reserva Federal empezará a ajustar sus tasas de interés”, destacó.
En torno a la región, explicó que las economías en general ya están llegando al mismo nivel de producción que antes de la pandemia. Para Brasil, según dijo, la reactivación económica es bastante mejor a la esperada, ya que la expectativa era un PIB de 3,1% para este año, pero con un ajuste al alza, que posiciona al vecino país con un 5,2% de crecimiento.
Destacó finalmente que a nivel de la microeconomía existen muchas debilidades aún, y que se debe tener mucho cuidado en la forma de recuperación. “Necesitamos políticas económicas sensatas para atacar las debilidades de la economía luego de la crisis”, dijo.