El informe realizado por el Mapa de Pobreza Monetaria Distrital del Instituto Nacional de Estadística (INE) señala que, mediante los datos recabados, se observa que en áreas urbanas emergen dinámicas complejas.
Tal es el caso de Asunción, con una tasa promedio del 7,3%, que oculta contrastes extremos entre barrios: Mburicao registra un 0,03% de pobreza, mientras que en San Miguel asciende al 42,5%.
Otras zonas que muestran un alto porcentaje de pobreza son los barrios Santa Ana y Jukytu, con tasas de pobreza que van entre el 25% y el 35%, y, en menor medida, barrios como Botánico y Santa Rosa, con tasas de entre el 15% y el 25%.
Según el INE, estas diferencias reflejan procesos de segregación socioespacial que requieren políticas diferenciadas dentro de una misma ciudad.
De la misma manera, y paradójicamente, mientras las tasas de pobreza tienden a ser menores en centros urbanos, estas zonas concentran el mayor número de personas en situación de pobreza. Tal es el caso de Ciudad del Este, que alberga al 4,5% de la población pobre nacional (54.960 personas), seguida por Capiatá (2,8%), Caaguazú (2,7%), Luque (2,6%), Limpio (2,3%) y San Lorenzo (1,9%).
“Esta realidad plantea un doble desafío: Atender la intensidad del problema en zonas rurales dispersas y la magnitud absoluta en ciudades densas y de rápido crecimiento”, señala el documento.