Según el informe, el Banco Mundial prevé que el PIB regional se expandirá un 1,6 por ciento en 2024. Se espera un crecimiento del PIB de 2,7 y 2,6 para 2025 y 2026. Estas son las tasas más bajas en comparación con todas las demás regiones del mundo e insuficientes para impulsar la prosperidad.
Por un lado, se destaca el buen manejo de la inflación por parte de países de la región, pero se señalan que para capitalizar este progreso y reavivar las economías, la región debe abordar desafíos de larga data.
Las reformas en infraestructura, educación y comercio son fundamentales para mejorar la productividad y la integración al mundo.
“Para capitalizar este progreso y reavivar las economías, la región debe abordar desafíos de larga data. Las reformas en infraestructura, educación y comercio son fundamentales para mejorar la productividad y la integración al mundo”, menciona el informe.
COMPETENCIA. Entre otras cosas, el Banco Mundial señala que fomentar la competencia es fundamental para reactivar la economía y recuperar la confianza de los inversores. El panorama empresarial está concentrado y existe un marcado contraste entre unas pocas grandes empresas que dominan los mercados y numerosas pequeñas empresas.
El documento menciona que el 70% de los trabajadores de la región son autónomos o trabajan en empresas de menos de 10 empleados, ocupados en su mayor parte en actividades de baja productividad.
Además, pese a que muchos países de la región cuentan con agencias y leyes de competencia, su aplicación es débil.
“Las firmas poderosas suelen influir en las políticas gubernamentales, lo que reduce la eficacia de las leyes de competencia”, destacan.
El BM sugiere fortalecer las agencias de competencia, apoyar las políticas de innovación y potenciar la capacidad dirigencial para corregir los marcos de competencia y mejorar la posición de los países en el mercado global,