El acostumbrado paisaje de centenares de personas que marchan rumbo a la Basílica de Caacupé, principalmente desde Kurusu Peregrino, se vio interrumpido por el diluvio en la mañana del 7 de diciembre, víspera de la fiesta mariana. Sin embargo, la lluvia no fue impedimento para pequeños grupos que empapados marchaban hacia la Villa Serrana. Ya para horas de la tarde la concurrencia comenzó a aumentar, apenas el tiempo dio tregua, bajo el calor húmedo y los intermitentes rayos del sol.
A los indispensables elementos como sombreros, quepis, termos de agua, sillas y colchones para pernoctar en la explanada, este año se sumaron pilotines y paraguas.
La gente se ingenió como pudo para no faltar a la tradicional festividad religiosa que reúne a personas de todas las edades.
“A mis 91 años todavía puedo caminar bien, la Santa Madre siempre nos ayuda, nos da salud, entonces cómo no venir a festejar su cumpleaños con ella”, comentó con una sonrisa victoriosa doña Hipólita Noguera al cumplir su misión. Viajó en colectivo desde Capiatá y caminó desde el Kurusu Peregrino hasta el templo de la Virgen, luego se dirigió hasta el Tupãsy Ykua para refrescarse y llevar el agua del manantial milagroso.
La mujer no pasó desapercibida por los concurrentes por el entusiasmo y la vitalidad con que se movilizaba.
Durante la caminata de los peregrinos, Blas Centurión también captó la atención de los viajeros. El joven de 23 años, oriundo de Nueva Germania, Departamento de San Pedro, se desplazaba de rodillas, desde el kilómetro 48 de la ruta PY02 hasta la Basílica. Con rodilleras y en cada mano botellitas de agua como soporte para protegerse de la capa asfáltica, avanzaba lentamente bajo la compañía y asistencia de su hermano. “Desde el 2015 hice la promesa. Los primeros años vine en bicicleta y en este último año prometí que llegaría de rodillas”, relató.
A lo largo de la zona de concurrencia miles de comerciantes también aguardaron la bendición con la venta de diversos productos. Antes de ingresar en la Basílica y dentro del santuario las plantas y flores naturales formaron parte de la ambientación que daba la bienvenida a los fieles. Cuando cayó la noche, diferentes artistas amenizaron la vigilia para el 8 de diciembre.
Concurrencia. Entre 500.000 a 700.000 personas es la proyección de visitantes que se estimó recibir para el día central según el intendente de Caacupé, Diego Riveros.
La alta concurrencia también implica aumento en la generación y gestión de desechos. Durante esta semana indicó que se juntaron por día 80 toneladas de basura, aproximadamente y estiman que para hoy llegarían a 100 toneladas.
Durante todo el tramo varios puestos sanitarios se instalaron para socorrer a los visitantes. Autoridades de varios entes también realizaron recorrido con la comitiva, con las correspondientes e incesantes tomas de fotos y vídeos para la evidencia y posteo en redes sociales.
LAS CIFRAS
205 servicios de salud que corresponden a puestos fijos, ambulancias, helicóptero, baños y tanques de agua.
1.831 personales de blanco, médicos, enfermeras, obstetras y personal de apoyo forman parte del operativo salud.
5.000 agentes y linces de la Policía Nacional forman parte de los operativos de control y seguridad.
Fe latente: Ciclistas viajaron desde Resquín hasta la Villa
Un grupo de ciclistas viajó desde General Resquín, Departamento de San Pedro, hasta la Villa Serrana para encomendarse a la Virgen de Caacupé como cada año.
Los jóvenes relataron que el grupo forma parte de amigos, familiares y vecinos que se van sumando a la peregrinación a bordo de bicicletas para seguir la tradición de Caacupé.
“Todos venimos desde General Resquín, somos un grupo de amigos, vecinos, familiares. Venimos a encomendar a la virgen por la salud principalmente. Yo estoy viniendo hace cuatro años seguidos y puedo afirmar que siempre nos ocurre un milagro”, expresó Fernando Brítez, quien forma parte del grupo.
Asimismo, instó a los jóvenes para que mantengan la fe en la Virgencita.
Vendedores y turistas entre las calles en pésimo estado
La capa asfáltica estropeada también forma parte del paisaje de la capital espiritual. Comerciantes que alquilan espacios en la vía pública, por las fiestas de Caacupé, lamentaron el mal estado de las calles. El deterioro y el tránsito se dificultan sobre todo con la lluvia y el charco que queda. Esta situación se vio sobre todo en la arteria Padre Solís, entre la ruta Mariscal Estigarribia y Eligio Ayala, a pocas cuadras de la Basílica.
Al respecto, el intendente de la Comuna, Diego Riveros, dijo desconocer el hecho y que verificará la zona. Comentó que el Municipio habilitó 1.400 espacios con un precio promedio de G. 230 mil. Tras las festividades indicó que se espera una recaudación de G. 3.000 millones en concepto de impuesto inmobiliario.