Al respecto, la economista Patricia Goto resaltó el hecho de que con la última baja de la tasa de referencia, la proyección de la encuesta de expectativa de variables económicas (EVE) para fines de 2023 ya se concretó en noviembre, con lo cual parece probable ver tasas más bajas a lo esperado en 2024 y un dólar con presión al alza.
“El comunicado refleja que el CPM encuentra ‘mayor espacio’ para acelerar la flexibilización monetaria, viendo el comportamiento de los precios locales, que si bien aumentaron 0,5% (en octubre) estuvo muy relacionado a la suba de la carne, que es mayormente transitorio por la caída de la faena”, manifestó.
Por el lado internacional, Goto señaló que las presiones también se moderaron por el precio del petróleo, que se ubica nuevamente por debajo de los USD 90 (por barril) y consideró que con este escenario es probable que la inflación termine el año por debajo de la meta (4%), dando incentivo a mayores recortes.
Sin embargo, también apuntó que la decisión del Comité para aumentar el ritmo de bajada no fue unánime, lo cual es relevante como señal de cara a las próximas reuniones.
Sin certeza. Por su lado, el economista Wildo González coincidió en que la última caída de la tasa de política monetaria se puede considerar sorpresiva, ya que para esta reunión en particular esperaba una baja de 25 puntos base.
“Es importante recordar que el ciclo de reducciones en la TPM se inició en agosto, con tres reducciones consecutivas de 25 puntos base cada una, por lo que, al igual que las expectativas de mercado, dábamos por descontado la continuación de la intensidad de reducción”, manifestó.
González comentó que con esta resolución reciente surgen preguntas como cuáles fueron los factores relevantes para aumentar la intensidad de la reducción en la TPM y si esto es el inicio de un ciclo más acelerado en la convergencia a una tasa neutral. “Puede que la decisión haya estado impulsada por la no materialización de ciertos elementos que formaron parte del escenario base de proyecciones del Banco Central”, expresó.
Sin embargo, consideró que no se tiene mucha claridad sobre las futuras decisiones de la política monetaria. “En cuanto a si esto marca el inicio de un ciclo más agresivo de reducciones en la TPM, actualmente no hay información disponible que responda con certeza a esta pregunta. Esto se debe, principalmente, a que, a pesar de los elementos coyunturales del escenario internacional y doméstico, el escenario macroeconómico relevante para la política monetaria no parece haber cambiado significativamente”, dijo.
A su vez, destacó que Carlos Carvallo, presidente del BCP, en varias entrevistas a medios locales, ha recordado que las continuas reducciones no implican que en cada reunión del CPM se realizarán bajas. “De esto surge otra pregunta sin respuesta: ¿Es necesariamente el 6% de TPM, contenido en la encuesta de expectativas, el punto terminal? Puede que no. Nosotros mantenemos nuestra visión de una TPM a diciembre de 2024 en 4,5%”, subrayó.