SAN PEDRO
El domingo fue un día de oración por la liberación de Abrahán Fehr en todas las colonias menonitas de la zona, y en especial en Manitoba, donde los colonos se congregaron en las cuatro iglesias y junto a sus ministros oraron, una vez más, por el pronto retorno de Abrahán, quien ya lleva 23 días en poder del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
Todos los colonos profesan la religión menonita y la máxima autoridad son los ministros (pastores). Esta situación de secuestro los deja muy asustados y hasta ellos mismos debaten permanentemente si es conveniente pagar por la liberación. Su religión no les permite, como así tampoco les permite que vean televisión, escuchar radios o esposarse con paraguayos; la religión es muy rígida.
La opinión de los colonos está dividida, hay quienes no están de acuerdo en pagar por temor a que deje un mal precedente y que, después, otros sean nuevamente víctimas de secuestros; están los que opinan lo contrario, que la vida está primero y se tienen que agotar las negociaciones con los captores.
Pero mientras todo esto se debate, se refugian en la oración y juntos rezan por la liberación de Abrahán; opinan que por más de que quieran pagar, es imposible conseguir los 500.000 dólares exigidos por el EPP. La familia no tiene y tampoco la cooperativa, están agobiados por deudas y la producción de granos tuvo una merma considerable.
La oración también se realiza cada noche en la casa de Abrahán Fehr, donde se reúnen los colonos de Manitoba, Santa Clara, Río Verde y Nuevo México para rezar y cantar por la vuelta del menonita, que tiene cuatro hijos menores.