En el mismo casco histórico, en paralelo a los festejos de aniversario, ciudadanos protestaron contra la gestión del intendente Óscar Nenecho Rodríguez. Ante la movilización rumbo a la Plaza de la Democracia, un despliegue de policías acorraló a los manifestantes e incluso pidieron documentos. Los asuncenos, de igual manera, continuaron con el pronunciamiento. Con carteles, banderas y cánticos, exigieron saber “dónde está la plata”, además de pedir transparencia, se pronunciaron ante la falta de inversión para mejorar el aspecto de la ciudad.
Manejo de dinero. El caso más reciente y mediático es el de los G. 500.000 millones de faltantes provenientes de emisiones de bonos que eran para obras. Entre los proyectos no concretados están cuencas de desagüe pluvial, modernización de la Estación de Buses, red de protección contra incendios en el Mercado Municipal N° 4 y otros. Si bien el intendente y sus directores alegan que se utilizó para gastos operativos, hasta ahora no mostraron públicamente las facturas. Solo difundieron documentos de transferencias bancarias y emisiones de cheques, pero sin mostrar el destinatario.
Tras el informe de la Contraloría General de la República, que evidenció el manejo irregular de los fondos e informó el hecho al Ministerio Público, la Fiscalía había allanado el Municipio mientras el intendente brillaba por su ausencia. Luego del allanamiento, Rodríguez se vio obligado a entregar las documentaciones requeridas por los agentes fiscales para investigar el circuito que tuvo el dinero.
Otro escándalo fue además el caso de los dudosos procesos de compras vía emergencia durante la pandemia. La Contraloría también había confirmado irregularidades. Luego de pasar un largo tiempo del hecho que salió a luz en el 2021, este año la Fiscalía anunció que conformaron un equipo para investigar el caso.
Salarios. La sobrepoblación de funcionarios, en un alto porcentaje sin funciones, también caracteriza a la Municipalidad, hecho que absorbe gran parte del presupuesto.
En el ejercicio del 2023, el rubro de servicios personales, que abarca pago de salarios y otros beneficios, requirió un presupuesto ejecutado de G. 726.667 millones, mientras que para inversión física solo se destinaron G. 117.620 millones.