China, segunda potencia mundial y el mayor productor de acero, prometió hacer lo “necesario” para “salvaguardar sus derechos e intereses legítimos”.
Pekín sostuvo que “las acciones de Estados Unidos violan seriamente las reglas” de la Organización Mundial del Comercio “y dañan gravemente el sistema comercial multilateral basado en reglas”, según la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Pekín, Mao Ning.
Canadá aplicará desde mañana nuevos aranceles a productos de Estados Unidos que totalizan 18.000 millones de dólares de valor de importación, en represalia por los gravámenes aduaneros “injustificados e irrazonables” de Washington, declaró el ministro de Finanzas, Dominic LeBlanc.
Claudia Sheinbaum, la presidenta de México, el otro socio del acuerdo de libre comercio de América del Norte (T-MEC), anunció que esperará hasta el próximo 2 de abril para definir acciones.
Por su lado, la UE respondió con la renovación de aranceles a productos estadounidenses que había adoptado en 2018 y 2020 y que había dejado sin efecto. Además, completó esas medidas con un nuevo paquete de aranceles contra productos estadounidenses, que incluye al bourbon, las motos Harley Davidson y los yates. El representante comercial de Washington, Jamieson Greer, consideró que la UE está “desconectada de la realidad”.
DECEPCIÓN. El Reino Unido dijo que está “decepcionado” por las medidas estadounidenses, pero anunció que no adoptará represalias en lo inmediato. El país más afectado por los aranceles estadounidenses será Canadá, que suministra la mitad de las importaciones de aluminio y el 20% de las de acero, según la consultora EY-Parthenon.
El futuro primer ministro de Canadá, Mark Carney, indicó que está dispuesto a hablar con Trump sobre las relaciones comerciales bilaterales.
En el sector del acero, Brasil (17% de las importaciones) y México (10%) serán los más afectados después de Canadá. Le siguen Corea del Sur, Alemania y Japón.
EEUU importa la mitad del acero y el aluminio que utiliza en industrias tan diversas como la automotriz, la aeronáutica, la petroquímica y productos básicos de consumo como las de conservas.
Desde el comienzo de su segundo mandato, Trump ha utilizado los aranceles como herramienta de negociación, como un incentivo para que las empresas se instalen en el país y como fuente de ingresos para las finanzas federales.
Trump exige a China, México y Canadá que hagan más para frenar el tráfico de fentanilo a EEUU. Tras semanas de negociaciones Trump eximió a México y Canadá en los productos del T-MEC hasta el 2 de abril.
Ese día teóricamente entrarán en vigor lo que Trump llama aranceles “recíprocos”, diseñados para gravar los productos de un país cuando entran en EEUU al mismo nivel que ese Estado grava en aduana bienes estadounidenses.