“Pero este Mercosur no tiene que ser un Mercosur que realmente sirva a los intereses de los países y no a las excepcionalidades y una unión aduanera inexistente, sino modernizado y adecuado al tiempo que vivimos”, señaló.
En la misma línea cita a la Organización de Estados Americanos y la Organización de las Naciones Unidas. Ambas con su diversidad de organismos e instituciones son importantes para el Paraguay.
Para él, hay organizaciones difuntas como la Unasur, el Alca, de los años 60, “que son sellos internacionales que han dejado de existir, y Celac creo que es la misma cosa”. Considera que la Celac tiene una posición sesgada y ante esto, dice entender la preocupación y la molestia de la Cancillería paraguaya, puesto que su representante en la Cumbre celebrada en Tegucigalpa, Honduras, fue desoída y no tuvo intervención.
Insistió en que el Paraguay debería “estar en los organismos que nos importa estar y que tienen que ser aquellos que realmente ofrezcan líneas de cooperación internacional favorable a la integración del Paraguay al mundo, a la conquista de nuevos mercados internacionales para colocar nuestro producto porque finalmente las relaciones internacionales convergen en los intereses compartidos”.
El país debería tener una línea internacional dirigida a responder a aquellos que más le beneficie. Pero sosteniendo el respeto a la soberanía, a los principios de la autodeterminación política, cultural, social y económica.
El multilateralismo es fundamental para un país sin litoral marítimo como el Paraguay, dice.