El doctor Jorge Ortiz Chávez, coordinador del departamento de Coloproctología manifestó que estadísticamente, en el Paraguay, los pacientes con cáncer colorrectal llegan a consulta en estado avanzado de la enfermedad, puesto que el principio de la prevención no está muy arraigado en la población, generalmente por cuestiones culturales.
Los síntomas se diferencian generalmente en hombres y mujeres. Los casos más frecuentes en consulta son el sangrado del ano y el dolor anal, en el caso de pacientes hombres; mientras que en el caso de las mujeres las consultas más frecuentes se dan por constipación.
“En general nos manejamos de acuerdo a la edad y examen físico del paciente, parámetros que hay que tener en cuenta, ya que si es un paciente joven, la rectorragia (sangrado rectal) y el dolor pueden deberse a varias circunstancias. Si son jóvenes, uno nunca piensa nada maligno, pero a cierta edad adulta debemos pensar en trastornos malignos del intestino”, explicó Ortiz.
Uno de los estudios más solicitados es el test de guayaco (heces en sangre), que si da positivo, inmediatamente se indica una colonoscopia o una rectosigmoidoscopia, (estudio de diagnóstico que sirve para explorar el ano, recto y el colon sigmoides), de acuerdo a la edad del paciente. En tanto que el examen físico de coloproctología consiste en mirar el ano, hacer una inspección por palpación con el dedo índice y una anoscopía.
Al Departamento de Coloproctología acuden más pacientes jóvenes, hombres y mujeres de 20 años en adelante, lo que es celebrado por el médico. “Nos orientamos en base la historia clínica o examen físico y un pedido de estudio de diagnóstico, en nuestra especialidad es una endoscopía digestiva baja”.
La importancia de la carga genética no es poca cosa, por lo que se recomienda que aunque no haya síntomas se realicen los estudios de igual manera, para confirmar que todo esté en orden.
Los que sí necesitan consultar con urgencia son las personas que presentan alteraciones del hábito defecatorio y que tienen ya un periodo de pérdida de peso. Sin embargo, alertó de que estos síntomas aparecen ya en la última fase de la enfermedad.
A partir de los 50 años de edad, la colonoscopia debe ser un estudio de rutina, tanto en hombres como en mujeres, ya que en esa franja etaria aumentan las posibilidades de padecer los cólicos, que son los precursores del cáncer colorrectal, o por lo menos detectar la enfermedad en un estadio temprano, según la literatura médica.
Prevención. Una buena dieta puede desempeñar una función importante en la prevención del cáncer colorrectal. Al parecer, el consumo de alimentos con contenido alto de fibra y bajo de grasas es la única medida que puede ayudar a prevenir el cáncer colorrectal.
El Hospital de Clínicas ofrece consultas en la especialidad de Coloproctología, de lunes a viernes, en los turnos mañana y tarde, con agendamiento previo.
