Detrás de cada perro equilibrado hay, muchas veces, un proceso de educación que comienza antes de lo que muchos imaginan. Para Víctor Arrúa, adiestrador canino con décadas de experiencia, la clave está en entender la naturaleza del animal y construir una relación basada en el respeto, la coherencia y el afecto.
“El adiestramiento puede comenzar a los 60 días, en etapas muy básicas. Pero a partir de los seis o siete meses, ya se puede exigir un poco más, tanto en lo físico como en lo psicológico”, explica. Esta distinción es fundamental: no se trata de imponer conductas, sino de acompañar el desarrollo del perro con herramientas adecuadas para cada etapa.
Evitar humanizar
Uno de los errores más comunes en los hogares, según Arrúa, es la humanización de los perros. “Se les trata como si fueran personas, y eso complica su conducta. Ellos necesitan límites claros y una comunicación adaptada a su especie”, señala.
Pero si hay algo que influye profundamente en el éxito del adiestramiento es el vínculo emocional. “Un perro contento busca agradar a su dueño. En cambio, uno muy sometido, que vive con miedo, no puede aprender. La enseñanza se construye con confianza, no con castigos”, afirma.
Con más de 30 años de experiencia —desde los 14 se dedica al adiestramiento—, Arrúa defiende una mirada paciente, respetuosa y comprometida con el bienestar animal. Educar, dice, también es una forma de querer.
Un desfile que celebra a las mascotas
Víctor Arrúa será jurado de un evento enfocado en las mascotas. Mañana, domingo 20 de julio, los mejores amigos del hombre se robarán el show en un desfile que buscará conmemorar el Día del Perro. El evento se llevará a cabo en el Hiperseis, desde las 16:00. Las acreditaciones se realizarán a partir de las 15:30.
Las categorías en competencia son: Mejor Presentación, Mejor Disfraz, Simpatía y Pasarela.